Fronteras infranqueables

La petici¨®n de indulto del Ayuntamiento de El Ejido para dos de sus vecinos condenados por agredir a tres inmigrantes ha vuelto a poner de manifiesto lo que a¨²n nos queda por avanzar en la integraci¨®n de la poblaci¨®n extranjera en una sociedad como la nuestra, que se califica a s¨ª misma como democr¨¢tica y socialmente avanzada. Este caso, adem¨¢s, ha puesto de manifiesto las contradicciones entre el discurso y la pr¨¢ctica de los dos partidos mayoritarios: mientras los concejales del PSOE y del PP votaron juntos la aprobaci¨®n de la petici¨®n, los l¨ªderes regionales se vieron obligados a reaccionar apresuradamente, bien para disculpar su actuaci¨®n, como hizo Arenas, o bien para desautorizarlos, como hizo Chaves.

A nadie se le escapa que 56.000 firmas es una presi¨®n pol¨ªtica considerable para unos concejales cuya reelecci¨®n depende de los mismos vecinos que les reclamaron el respaldo al indulto, pero hay fronteras que no se pueden pasar. El pueblo no siempre tiene raz¨®n, y argumentar que se aprob¨® la petici¨®n porque se escucha al pueblo, como ha hecho Juan Enciso, es un desprop¨®sito populista que expresa bien a las claras en qu¨¦ t¨¦rminos se est¨¢ dilucidando la pol¨ªtica municipal en aquella poblaci¨®n. La actitud del alcalde y del PP s¨®lo est¨¢ consiguiendo hacer m¨¢s da?o al nombre de El Ejido y a su actividad econ¨®mica. No es extra?o, en ese contexto, que los militantes de IU, que mantienen una postura valiente y coherente, defendiendo con tes¨®n incomprendido la necesaria y mutuamente beneficiosa integraci¨®n, sean se?alados con el dedo y se les pretenda excluir social y pol¨ªticamente.

La construcci¨®n de una sociedad mestiza, intercultural, ha de realizarse en ciudades y pueblos. Son el espacio f¨ªsico y social donde confluyen espa?oles e inmigrantes y donde se produce, por tanto, el conflicto, la coexistencia, la convivencia o la integraci¨®n. Siempre se ha dicho de los ayuntamientos que son la administraci¨®n m¨¢s cercana a los problemas de los ciudadanos. Por eso, su posici¨®n respecto al fen¨®meno de la inmigraci¨®n es fundamental y debe ser ejemplarizante. En una sociedad democr¨¢tica, lo que une a todos los ciudadanos, sean de donde sean, es el respeto a los derechos humanos, a los valores c¨ªvicos y al ordenamiento jur¨ªdico: los derechos y los deberes son, deben ser, iguales para todos. Las administraciones p¨²blicas tienen el mandato constitucional de garantizar el acceso al trabajo, a la vivienda, a la salud, a la seguridad, a la identidad y a la diversidad cultural. Desde IU nos hemos comprometido a plantear que en los pr¨®ximos Presupuestos Generales se incluya un fondo para facilitar la integraci¨®n en municipios con muchos inmigrantes y hemos planteado la necesidad de un pacto que desarrolle las pol¨ªticas para construir una Andaluc¨ªa mestiza.

Diego Valderas es coordinador regional de Izquierda Unida.