El filete de Europa
El cronista a¨²n abrumado por el hecho hist¨®rico de que una mujer, Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, presidiera por primera vez en Espa?a, un Consejo de Ministros, contempla c¨®mo el PP de Camps y su cuadrilla asalta Madrid, y se dispone a hacerse, a rengl¨®n seguido, con un churrasco de Europa, despu¨¦s de un 13 de junio, que, sin embargo, puede salirle gafe, m¨¢s que por los sondeos, por el alejamiento de Bruselas de su jefe supremo, y su persistente postraci¨®n ante Bush. Todo se ver¨¢. Pero seg¨²n parece, de entrada, la cosa se le ha torcido y su confuso llamamiento no ha movilizado a todas las huestes que esperaba. Porque muchas de esas huestes tienen preocupaciones reales, y no van a empecinarse en recoger las a?icos del PP, y aun menos en lamerle las heridas de sus disparates, fracasos y frustraciones. Porque muchas de esas huestes lo que necesitan son soluciones viables a sus problemas, y no est¨¢n por el politiqueo, sino por la gesti¨®n de otras posibles alternativas, a un PHN en estado de merecer la derogaci¨®n. El PP de la Comunidad Valenciana, aparte de muy dividido y enfrentado, anda a la deriva, cuando anda. Y no sabe o no quiere o no puede poner al d¨ªa, su rolex ni su calendario: tal a?o o tal mes antes de o despu¨¦s de Terra M¨ªtica. La suspensi¨®n de pagos de la emblem¨¢tica obra -y de todas cuantas especulaciones se montaron en su entorno- ha sacado a la superficie los escombros de una ¨¦poca de relumbres y oropeles que ha prescrito impepinablemente. Y la megaloman¨ªa cuesta, de momento, el pago de 20 millones de euros a 8 propietarios de terrenos expropiados, a una Generalitat entrampada hasta las cejas. Zeus disfrazado de toro blanco nunca perpetrar¨¢ el rapto amoroso de Europa, en unos solares donde corren el riesgo de ser embargados, al menor descuido, por cualquiera de los acreedores. Y los mitos, cuando son solventes y no de cart¨®npiedra o mamposter¨ªa, no se andan con chiquitas. La bella Europa ya no se traga el truco.
Menos a¨²n esa reciente Europa de 25 pa¨ªses que se mira mucho el esca?o, y los va a prestar, por cinco a?os, pero con cuentagotas. Con la ampliaci¨®n, el n¨²mero de europarlamentarios ha aumentado en algo m¨¢s de un centenar, de 626 a 732, pero tambi¨¦n los estados miembros de la uni¨®n, y en un porcentaje considerablemente superior. Es decir, en proporci¨®n, tocamos a menos. Dif¨ªcil ser¨¢, si no imposible, que el PP se lleve al agua de su molino, que no de su trasvase, los 27 que consigui¨® en las ¨²ltimas elecciones de 1999. No tanto que el PSOE supere el 35,5% -o sea, 23 euroesca?os de entonces- que obtuvo en aquellos comicios, por las leyes de la socialdin¨¢mica y tambi¨¦n porque Borrell le ha declarado su amor a Europa, no sabe el cronista si con el apasionamiento y el poder¨ªo que le ech¨® el buen padre Zeus, cuando lo toc¨® la vez. EU, con IU, puede revalidar su acta, un acta que contribuir¨ªa, con las otras formaciones de izquierdas y verdes, a hacer de Europa un espacio social y un mapa de ciudades para el encuentro, en lugar de un escaparate de capitales voraces y de financieros y especuladores con los escr¨²pulos bajos m¨ªnimos, como de costumbre. No, desde luego, no es una segunda vuelta. Es tambi¨¦n una irrenunciable ida.
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