Nueva poes¨ªa, nueva danza

Dani Pannullo lleva a?os en Madrid experimentando, y Oro negro es el primer colof¨®n a ese duro, largo y serio trabajo de integraci¨®n, cruce y fusi¨®n de lenguajes. La banda que apoya el espect¨¢culo desde el fondo de la escena ofrece una rica y estudiada variedad de ritmos y sus posibilidades, de las ra¨ªces latinas a la percusi¨®n ¨¦tnica, todo ello emulsionado en un s¨®lido empaque electr¨®nico tratado con mesura y sentido musical. Esta banda sonora (cosa in¨¦dita en Espa?a y loable desde todo punto de vista) se le entrega al espectador como programa de mano: el disco contiene exactamente todo lo que se oye para aupar las coreograf¨ªas, y relaciona fluidamente esa generaci¨®n contestataria y dura de raperos y raperas en castellano con unas esencias del hip-hop resueltas con elegancia para la escena, con sentido espacial y ateni¨¦ndose a las reglas de lo teatral. Est¨¢ claro que ¨¦sta es una de las principales intenciones de Pannullo: relacionar tendencias y modos. Y lo consigue, amalgama en un solo grito muchos gritos, en una sola sonrisa muchas alegr¨ªas. Pero que el espectador no se llame a enga?o. Aqu¨ª tambi¨¦n hay mucho dolor, mucho mensaje contra todo tipo de violencia, la discriminaci¨®n racial y hacia la mujer, la marginaci¨®n del emigrante, la falta de objetivos claros en los j¨®venes, las pasiones oscuras que llevan a otras oscuridades mayores y peores. De todo ello se habla con una particular y nueva poes¨ªa llena de fuerza y de honestidad. El baile hace lo dem¨¢s; citemos La playa, candorosamente l¨ªrico en la elasticidad de Sergio, el bailar¨ªn que escribe en la arena; las duras variaciones de t¨¦cnica cl¨¢sica de ballet que hacen dos de las bailarinas; la portentosa espalda y control de Olaia y el seductor gui?o al p¨²blico de Michi o de Hice.