Todos contra Michael Moore
A Michael Moore se lo quieren cargar. En Flint, su ciudad natal, sobre la que ¨¦l tanto ha hablado en sus pel¨ªculas, se ha organizado un festival de cine en el que como primera decisi¨®n han prohibido la pel¨ªcula Fahrenheit 9/11 y la presencia de su director: "No queremos a un famoso que s¨®lo sabe atraer la atenci¨®n sobre s¨ª mismo", ha declarado el responsable del nuevo festival. Ha empezado, pues, la caza de Moore. Parece ser que el gordo cineasta pone mucho de su parte con caprichos propios de bobas estrellas del cine. Cuentan que exige condiciones leoninas para viajar, y que en el ¨²ltimo Festival de Cannes sorprendi¨® a los periodistas d¨¢ndoles plant¨®n en citas previamente acordadas, que su agente de prensa se hart¨® de sus tonter¨ªas dej¨¢ndole colgado, y que era rid¨ªculo que fuera siempre protegido por forzudos guardaespaldas, m¨¢s propios de banqueros o de pol¨ªticos amenazados. Rumorean que tiene mal humor, que maltrata a sus colaboradores y que, en fin, su imagen de hombre valiente y combativo no se acompa?a de una actitud humilde. Pero a lo que vamos: aprovechan estas debilidades de su vanidad para disminuir la trilita de su cine.
Aprovechan las posibles debilidades de su vanidad para rebajar la trilita de su cine
Est¨¢ de moda intentar prohibir. En Ontinyent (Valencia) se ha desconvocado una proyecci¨®n de La pelota vasca, pol¨¦mica que curiosamente a¨²n colea. Y en Barcelona, la directora del Festival de Cine de Derechos Humanos ha denunciado ante los tribunales las amenazas y coacciones que ha recibido por parte de sectores jud¨ªos ortodoxos, molestos porque en el festival se hayan programado documentales que cuestionan la pol¨ªtica armamentista del Gobierno de Sharon. Al parecer, Israel's secret weapon denuncia que Estados Unidos y Reino Unido declararon la guerra a Irak por sus inexistentes armas de destrucci¨®n masiva, mientras nunca inspeccionaron la capacidad nuclear, biol¨®gica y qu¨ªmica de Israel, y que a Mordejai Vanunu se le considera un traidor en su pa¨ªs, y fue condenado a 16 a?os de prisi¨®n, por haberlo desvelado.
En otro extremo del Mediterr¨¢neo, en Marruecos, andan soliviantados con la pel¨ªcula Los ojos secos, que muestra a una comunidad bereber femenina dedicada tradicionalmente a la prostituci¨®n. La pel¨ªcula ya se vio en el Festival de Cannes del pasado a?o, y m¨¢s tarde recibi¨® un premio en el de Marraquech. En su discurso de agradecimiento, la joven directora Narjiss Nejjar se dirigi¨® nada menos que a Mohamed VI pidi¨¦ndole mayor libertad de expresi¨®n y ayudas para el cine. Fue muy aplaudida por ello, pero los enemigos de la pel¨ªcula est¨¢n ahora intentando conseguir testimonios de quienes intervinieron en el rodaje para que aseguren que la directora les enga?¨® sobre el aut¨¦ntico contenido de la cinta. Ella lo desmiente, y parece decir verdad. Pero los censores rebuscan motivos que la desacrediten. Como en el caso de Michael Moore.
Tambi¨¦n en el Reino Unido tienen lo suyo. Los moralistas brit¨¢nicos est¨¢n que trinan porque la provocadora Madonna ha decidido hacer una pel¨ªcula sobre la lesbiana londinense de 18 a?os que ha subastado su virginidad por Internet para poder costearse los estudios de Sociolog¨ªa en la Universidad de Bristol. La muchacha recibi¨® hasta 2.000 ofertas, llev¨¢ndose el gato al agua un divorciado de 44 a?os que puj¨® con 12.600 euros. Una fortunita.
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