Empar Moliner vuelca al castellano los cuentos de 'Te quiero si he bebido'

Escritora y periodista, Empar Moliner (Santa Eul¨¤lia de Ron?ana, Barcelona, 1965) lleva tiempo dedic¨¢ndose a poner en evidencia con su verbo algunos de los aspectos m¨¢s extremos y rid¨ªculos del lenguaje y las actitudes llamadas pol¨ªticamente correctas. Acaba de traducirse a s¨ª misma al castellano Te quiero si he bebido (Acantilado), cuya versi¨®n catalana, publicada en febrero, ha llegado a la tercera edici¨®n y va camino de vender 18.000 ejemplares.

Este fin de semana, Moliner pasar¨¢ por la Feria del Libro de Madrid para acompa?ar este conjunto de narraciones de t¨ªtulo ¨¢cido -cruce de la letra de dos canciones que le tocaron la fibra en su momento- que hablan de aspirantes a padres adoptivos que van a cursillos de teatro para que los asistentes sociales comprueben su idoneidad; grupos feministas que dan charlas sobre la discriminaci¨®n, y encuentros de mujeres para establecer un r¨¦cord guinness de lactancia materna. "Hacer promoci¨®n en Madrid es lo m¨¢s agradable que le pueda ocurrir a una pobre autora catalana por dos motivos: en Madrid se come muy bien y tienes la tranquilidad de saber que est¨¢s a unos 600 kil¨®metros del F¨®rum", dice.

Bestias negras

Por los personajes y situaciones citados m¨¢s arriba, est¨¢ claro cu¨¢les son las bestias negras de Empar Moliner, que se considera deudora de Dorothy Parker, Martin Amis y Quim Monz¨®. Por orden: "El papanatismo de las autodenominadas feministas. Me refiero a esas se?oras m¨¢s cercanas a la secci¨®n femenina que a las feministas primigenias, y que confunden sexy con sexismo. Los restaurantes finolis sin manteles, ma?tres que te preguntan si ha ido todo bien y cuadros en las paredes con predominio del blanco. Que en la novela catalana escrita por mujeres la protagonista se duche cada dos p¨¢ginas, no por higiene sino para 'sacarse los fantasmas'. Que cada tres, se explore desnuda en el espejo mientras el mayordomo la esp¨ªa".

Tambi¨¦n se concentra Moliner en la descripci¨®n de las peque?as molestias de la vida en pareja, como el hecho de tener que discutir peri¨®dicamente aun sin tener ganas; y en la de los mandarines de la cultura, modalidad catalana: "Se les reconoce porque cuando protestan contra la guerra, en lugar de cacerola aporrean un wok, usan mucho el adjetivo impresentable y, sobre todo, porque tienen una cita de Josep Pla para cada ocasi¨®n de la vida. Yo no tengo ninguna. Al contrario. Josep Pla le dijo a Montserrat Roig: 'Teniendo estas piernas, ?por qu¨¦ escribe? Y a m¨ª me gustar¨ªa que alguien me dijera lo contrario: 'Escribiendo como escribe, ?por qu¨¦ ense?a tanto las piernas?".