F¨®rmula Uno en el mar
Miles de personas se asomaron a la bah¨ªa de Alicante para ver la carrera de las lanchas m¨¢s r¨¢pidas del mundo
A los primeros zumbidos cientos de gaviotas se alejaron al sur y decenas de miles de personas se asomaron al mar. El fin de semana, en la bah¨ªa de Alicante, entre el Puerto y el cabo de las Huertas, una decena de lanchas compitieron por ser la m¨¢s r¨¢pida del planeta, en una prueba del campeonato del mundo de una especialidad denominada Offshore. Para dimensionar esta modalidad de la moton¨¢utica, los expertos aseguran a los profanos que el Offshore es la F¨®rmula Uno del mar. Deben tener raz¨®n. Las embarcaciones alcanzaron velocidades de 170 millas por hora (250 kil¨®metros a la hora) y rug¨ªan con tanta intensidad que el sonido rebotaba en los edificios y se distorsionaba por toda la ciudad.
El gobierno local atrajo esta prueba (Gran Premio de Espa?a) para promocionar tur¨ªsticamente la ciudad. Y en ello puso tanto celo -adem¨¢s de muchos euros- que incluso cort¨® el tr¨¢fico y organiz¨® un desfile de barcos por el centro de la urbe. Si la gente no se asoma al mar, los barcos se asomar¨¢n a la gente, debieron pensar en el Ayuntamiento. Dicho y hecho: como si de una procesi¨®n se tratrara, el Ayuntamiento cort¨® el tr¨¢fico y sac¨® a la calle las lanchas sobre camiones de gran tonelaje (cada embarcaci¨®n pesa unas cinco toneladas).
El acontecimiento, pues, no ha pasado desapercibido: quien no lo vio en el mar o en el desfile callejero, lo escuch¨® a la fuerza en su en su casa (los decibelios de 20 motores de 850 caballos rugiendo a la vez traspasan paredes). Por si fuera poco, tres helic¨®pteros sobrevolaban continuamente la carrera. "Lo m¨¢s espectacular ha sido ver volar a los helic¨®pteros tan cerca de las lanchas; daba la impresi¨®n de que la carrera se disputaba entre ¨¦stos en el aire y las lanchas en el mar", coment¨® un espectador.
A lo largo de la bah¨ªa se improvis¨® espont¨¢neamente un inmenso grader¨ªo: el rompeolas de El Postiguet, el malec¨®n portuario de Levante, la plazita de Virgen de Socorro, los miradores de La Cantera, la fortaleza de Santa B¨¢rbara..., con decenas de miles de personas. "No conozco a ning¨²n piloto y me da igual quien gane; s¨®lo miro las lanchas", coment¨® otro espectador. Gan¨® un noruego, Bjorn Gjelsten, que debe ser el Schumacher del Offshore, porque siempre gana. "Alicante tiene unas condiciones magn¨ªficas" para esta modalidad, declar¨® el vencedor. Su embarcaci¨®n, la Spirit of Norway gan¨® de calle. Pudo, incluso, con las embarcaciones de los Emiratos ?rabes Unidos, con mec¨¢nica poderosa y precisa pagada a golpe de petrod¨®lar.
Mientras las lanchas planeaban las aguas alicantinas los pol¨ªticos tambi¨¦n disputaban otra carrera, la electoral. En la Explanada de Espa?a, el secretario general de los socialistas alicantinos, ?ngel Franco, tach¨® la prueba como el acto "m¨¢s triste celebrado en los ¨²ltimos a?os". El pol¨ªtico critic¨® que el Ayuntamienbto se gaste tanto dinero en esta carrera "en detrimento" de otras inversiones en instalaciones deportivas y culturales. "Esta ciudad no se merece unos organizadores tan malos como los que han montado este lamentable espect¨¢culo, que ha costado a los ciudadanos de Alicante y a los empresarios que lo han patrocinado 1,2 millones de euros", censur¨®.
En el polo opuesto, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, asegur¨® que el acontecimientos reporta muchos beneficios para la ciudad y la Comunidad. Tantos que ha pedido a los organizadores que esta prueba se institucionalice en Alicante. Esta competici¨®n, dijo el presidente, es un ejemplo de "la funci¨®n del deporte al servicio de la proyecci¨®n internacional y de una oferta cultural y de ocio excepcional que se encuentra en la Comunidad".
Probablemente esta ma?ana las gaviotas habr¨¢n regresado a su bah¨ªa.
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