"A Inglaterra me ir¨ªa ya"

Manuel Preciado (El Astillero, Cantabria, 46 a?os) atendi¨® a este diario el pasado jueves, dos d¨ªas antes del ascenso del Levante a Primera Divisi¨®n, que se produjo el s¨¢bado en Jerez. Frente a una "cervecita", repas¨® la temporada en tono distendido. Viudo -su esposa falleci¨® hace dos a?os de un c¨¢ncer- y con dos hijos, de 15 y 19 a?os, dice que la siesta es sagrada para ¨¦l. "S¨®lo pido que la prensa respete ese ratito". Todav¨ªa no ha renovado.

Pregunta. Se le ve cansado.

Respuesta. Es que la temporada es muy larga. Son much¨ªsimos equipos, 22. La tensi¨®n se acumula en un equipo confeccionado para ascender. Llevamos toda la temporada entre los tres primeros y, aun as¨ª, cuando ha habido alg¨²n tropiezo han venido las espadas por todos lados.

"En Nochevieja cuatro jugadores me invitaron a cenar con sus esposas, no es algo com¨²n"

P. ?Cu¨¢les son sus v¨¢lvulas de escape?

R. Me gusta pescar mar adentro. Tambi¨¦n jugar al mus y estar con mis amigos de charla.

P. ?Cu¨¢l es el rasgo m¨¢s definido de su personalidad?

R. Soy muy clarito con la gente. En el banquillo tengo muy mala leche, pero jam¨¢s critico a un ¨¢rbitro, jam¨¢s me meto con un contrario, pero s¨ª me meto en el fragor de la batalla.

P. Debe tener un mont¨®n de ofertas para el pr¨®ximo curso.

R. Ofertas tengo, s¨ª. Pero quiz¨¢ donde me apetezca estar no me quieran.

P. ?Por qu¨¦ no ha renovado?

R. Estoy un poco extra?ado, confundido. Quiz¨¢ el club tenga la idea de que hay que negociar cuando acabe el curso, pero yo creo que algo s¨ª pod¨ªan haberme dicho en un sentido u otro. Lo ¨²nico que pido si no voy a seguir aqu¨ª es saberlo ya porque tengo que buscarme la vida.

P. Usted quiere continuar pero el club busca otras opciones: Lotina, Del Bosque, Man¨¦...

R. Yo quiero seguir, pero no a cualquier precio. Y no estoy hablando de dinero. Me gustar¨ªa estar en Primera con la gente que ha participado del ascenso. Pero tampoco me voy a cortar las venas si no renuevo.

P. Pocos entrenadores han resistido toda una temporada en el Levante estos ¨²ltimos a?os.

R. Quiz¨¢ muchos de los que fueron destituidos no merec¨ªan haberse ido. Aguantar es dif¨ªcil. En Segunda Divisi¨®n, excepto los tres primeros, todos los dem¨¢s han ca¨ªdo. Y van 21.

P. ?Cu¨¢les han sido los momentos clave del curso?

R. Tengo un especial recuerdo del primer encuentro de Liga, ante el Rayo en Vallecas. Ganamos 0-2. El equipo hab¨ªa generado muchas dudas porque hicimos una pretemporada extraordinaria en cuanto a trabajo pero horrorosa en cuanto a resultados. Yo siempre he dicho que la pretemporada no da puntos, que es una milonga. Lo que te da es esp¨ªritu de grupo, y eso lo conseguimos. Pero vino el Ciudad de Murcia y nos gan¨® 0-3, vino el Getafe y nos gan¨® 0-2. Parec¨ªa que esto era la debacle. Y en cambio llegamos a Vallecas, que es cuando valen los puntos de verdad, y no s¨®lo ganamos 0-2 sino que dimos una imagen buen¨ªsima. A partir de ah¨ª fuimos un equipo respetado todo el a?o. Luego ha habido momentos puntuales, como en Gij¨®n, en la segunda vuelta. Si hubi¨¦ramos perdido ese partido el Sporting habr¨ªa cogido una ventaja de siete u ocho puntos. Ellos estar¨ªan en Primera Divisi¨®n y nosotros pas¨¢ndolo mal. Pero ganamos con mucha autoridad.

P. Con una plantilla tan fuerte como la del Levante, hay una tendencia a infravalorar el trabajo del entrenador. ?C¨®mo lo lleva?

R. Siempre he sido claro y he dicho que el objetivo era el ascenso. Sab¨ªa que ten¨ªa un buen equipo, pero puedo asegurar que hay siete u ocho plantillas tan fuertes como la del Levante. En Vitoria pensar¨¢n que ellos son los mejores; en Huelva, tambi¨¦n. Y as¨ª unos cuantos m¨¢s: el Elche, el C¨®rdoba...

P. ?Ha conectado con la grada?

R. La gente no te enga?a cuando la miras a los ojos o te da un abrazo llorando. Hay sentimientos que no se pueden fingir.

P. Tiene tan buena relaci¨®n con sus jugadores que incluso se va de copas con ellos.

R. De copas no porque no suelo salir, pero si tengo que tom¨¢rmela, encantado. El a?o pasado, en Nochevieja, me invitaron cuatro futbolistas a cenar con sus esposas. No es algo com¨²n que un entrenador pase la Nochevieja con sus jugadores.

P. Su sistema de rotaciones ha sido muy discutido. Los futbolistas pasaban de la titularidad a la grada.

R. Valoro mucho el trabajo diario. A m¨ª de nada me vale que un jugador marque dos goles un domingo si viene a tocarse los cataplines toda la semana. El tema de las rotaciones es m¨¢s un tema an¨ªmico que otra cosa. Y ellos lo saben. Si yo tengo 11 jugadores fijos en una plantilla de 25, corres dos riesgos: que los 11 que juegan se relajen y que los otros 14 se envenenen entre ellos, por lo que los entrenamientos se convierten en un bodrio.

P. ?A qu¨¦ equipo le gustar¨ªa entrenar?

R. A cualquiera de los grandes. Y a Inglaterra me ir¨ªa ya, con los ojos cerrados. He tenido la fortuna de entrenar al equipo de mi vida, el Racing. Pero tuve la mala suerte de que pas¨® una paloma [se refiere a Piterman] y se cag¨® precisamente en mi tejado. Pod¨ªa haber aparecido en cualquier otra parte del mundo. Pero no, vino a mi casa. Me fui en la novena jornada.