Sermones y banderas
Terrible recuerdo de los ca¨ªdos en el desembarco de Estados Unidos en Francia, Omaha Beach, hace 60 a?os. De los ca¨ªdos nuestros, decimos, aunque para m¨ª son m¨ªos tambi¨¦n los alemanes, que no merecen una flor porque les mandaba el nazi. No creo que ning¨²n soldado haya ido a ninguna guerra por necesidad propia, salvo en las civiles; a veces lo cree porque se lo infunden y le agitan en la nariz banderas y sermones; le prometen el para¨ªso. No creo que Europa sea ingrata por no secundar la estupidez ambiciosa de Bush en Irak, como agradecimiento. La pol¨ªtica de Washington era eliminar el imperio de Hitler para terminar lo que hab¨ªa hecho con el del Kaiser, y para eliminar el de Stalin. Ideolog¨ªas y redenciones del hombre aparte. Stalin y Hitler tuvieron el golpe genial de aliarse y comenz¨® as¨ª la destrucci¨®n de Marx y de Lenin; pero Hitler concibi¨® la mejor idea de aliarse con Estados Unidos y Europa contra Rusia, su tradicional odio: todav¨ªa andan por ah¨ª germanos y german¨®filos clamando contra la Rusia actual: Putin se lo facilita. Demasiado tarde para conseguirlo, los militares alemanes quisieron eliminar a Hitler para conseguirlo, pero fueron descubiertos y asesinados; el vuelo a Londres de Rudolf Hess fue in¨²til: los sucesores de Roosevelt sab¨ªan que pod¨ªan destrozar los dos imperios centrales desde su imperio exterior y vinieron por segunda vez; y reflotaron la econom¨ªa de Europa con el Plan Marshall, del cual sacaron sus beneficios empresariales por los cientos de miles de soldados suyos sacrificados, de los millones de europeos muertos. No le importaban los nazis: se sumaron a Franco. Si hubieran ganado Hitler o Stalin, o los dos, fotografiar¨ªamos hoy a sus sucesores, que quiz¨¢ entonces no habr¨ªan nacido, celebrando su victoria y la liberaci¨®n de Europa.
Ahora hay ancianos marciales con brillantes condecoraciones desfilando ante los nuevos tipos: ante el Bush que contin¨²a reclutando para matar tiranos y engrandecer el petr¨®leo mundial, sobreactuado, como un actor de grand guignol: el teatro del terror, el cine gore. Y dicen los titulares espa?oles que se han reconciliado Francia y Estados Unidos; es la traici¨®n cl¨¢sica del t¨ªtulo para sorprender.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.