Escolarizaci¨®n
Acabo de topar con el sistema y mi hijo, a d¨ªa de hoy, a¨²n no tiene colegio. Y es que el procedimiento de escolarizaci¨®n, tan aparentemente transparente, admite tantas burlas que quien conf¨ªa en ¨¦l tiene garantizado el "no admitido", al menos en las zonas en las que se concentran los colegios concertados, como es mi caso. Por si alguien no lo sabe, los ni?os acceden a los colegios en funci¨®n de los "malditos" puntos (por domicilio, rentas, hermanos,...); mientras m¨¢s puntos mejor, as¨ª que los pap¨¢s se ven "obligados" a ara?ar puntos de donde sea: si hay que vivir junto a los Jesuitas, empadronamos al ni?o en casa de cualquier amigo y ya est¨¢... ya tenemos 4 puntos; ?qu¨¦ dan un punto y medio por familia monoparental? Pues estupendo, presentamos una demanda de separaci¨®n y ya la retiraremos cuando la criatura est¨¦ escolarizada... y as¨ª podr¨ªa seguir y seguir, pues de todo he o¨ªdo en estos d¨ªas.
Y digo yo, ?no sabe el Ayuntamiento d¨®nde vivo? ?no sabe Hacienda cu¨¢les son mis rentas? ?es que la Administraci¨®n desconoce si tengo o no trabajo? Entonces, ?por qu¨¦ tengo que entregar tanto papel para acreditar d¨®nde y c¨®mo vivo? ?ser¨¢ acaso que me est¨¢n poniendo en bandeja la posibilidad de alterar mis datos para conseguirle un colegio a mi hijo?
No culpo a los colegios, a los que no compete investigar la veracidad de la documentaci¨®n aportada, pero s¨ª a aquellos que, desde los propios colegios, informan a los pap¨¢s de sus futuros alumnos, de c¨®mo manipular sus datos para obtener plaza en el ansiado colegio que, por cierto, se sostiene con fondos p¨²blicos. Y, sobre todo, culpo a un procedimiento que consiente tanta injusticia... ?tan dif¨ªcil es, hoy d¨ªa, que la Administraci¨®n utilice la informaci¨®n que ya tiene para asignarnos una puntuaci¨®n? Me refiero a la puntuaci¨®n real, claro est¨¢.
Pero no, mientras yo llevo a mi hijo al cole que supongo me dar¨¢n, me seguir¨¦ tragando el atasco de la avenida de D¨¦nia, justo enfrente de mi casa, producido por autobuses escolares repletos de ni?os que viven felizmente junto a sus padres en barrios como Benal¨²a o San Gabriel y que, por desgracia para m¨ª, en el a?o en que tuve que escolarizar a mi hijo, viv¨ªan con sus abuelas o vete a saber con qui¨¦n, eso es lo de menos, siempre que la casa est¨¦ dentro del l¨ªmite de los cuatro malditos puntos.
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