Se busca director
En los pr¨®ximos d¨ªas la Consejer¨ªa de Educaci¨®n va a proceder a la renovaci¨®n de los Directores en aquellos centros docentes cuyos equipos directivos finalizan el pr¨®ximo 30 de junio el periodo para el que fueron nombrados. Por primera vez esta renovaci¨®n se va a hacer de acuerdo con lo establecido en la LOCE, lo que ha suscitado numerosas protestas y un gran malestar que apenas han trascendido a la opini¨®n p¨²blica. El foco informativo, como se sabe, est¨¢ colocado en el decreto que ha paralizado el calendario de la aplicaci¨®n de esta Ley, de modo que la pol¨¦mica sobre la implantaci¨®n de los itinerarios en la ESO no est¨¢ dejando ver otros problemas, algunos tan importantes como el que afecta a la de elecci¨®n de los directores de los centros de ense?anza p¨²blica y al nuevo procedimiento establecido por la LOCE..
A nadie se le escapa que de la idoneidad del director y de su equipo depende en gran parte el buen funcionamiento de un centro docente y la calidad de la ense?anza que en ¨¦l se imparte. Por ello, no sirve cualquier persona para desempe?ar estas tareas, sino que, aparte del conocimiento del centro y de la necesaria competencia en cuestiones administrativas y legales, se requiere, sobre todo, una gran dosis de habilidad para combinar autoridad con mano izquierda y una gran capacidad para solucionar los conflictos que cada vez de forma m¨¢s frecuente surgen entre las familias, los alumnos y los profesores, as¨ª como los problemas de toda ¨ªndole que en un centro de ense?anza se plantean diariamente (cumplimiento de las normas de convivencia, heterogeneidad del alumnado, acogimiento de alumnado inmigrante, extorsiones de pandilleros, etc., etc.). La tarea de dirigir un centro de ense?anza requiere, pues, equipos directivos capaces y con una buena dosis de ilusi¨®n y entusiasmo
Y esto es as¨ª, porque, a diferencia de lo que pueda ocurrir en la ense?anza privada, el director de un centro p¨²blico no es el due?o del centro ni est¨¢ a la cabeza de una jerarqu¨ªa, sino que es un funcionario al que la legislaci¨®n vigente le confiere tareas m¨¢s bien de gestor, y tiene, por otra parte, una relaci¨®n de primus inter pares con el resto del profesorado. Ello, ciertamente, favorece el funcionamiento democr¨¢tico del centro, as¨ª como la implicaci¨®n y la colaboraci¨®n necesaria e imprescindible de todo el profesorado para llevar adelante un proyecto educativo que debe atender no s¨®lo a la instrucci¨®n, sino, sobre todo, a la formaci¨®n del alumnado. Pero tambi¨¦n tiene un grave inconveniente y es que el buen funcionamiento de un centro se resiente enormemente, cuando el equipo directivo pierde la sinton¨ªa con el resto de la comunidad escolar. No digamos ya cuando tiene a ¨¦sta en contra, como alguna vez ha sucedido cuando la Administraci¨®n ha tratado de imponer un equipo directivo en contra de la opini¨®n del Claustro de profesores. Por eso, en la anterior Ley (la LOGSE), se establec¨ªa que la propuesta de nombramiento de director correspond¨ªa al consejo escolar de cada centro, que, de esta manera, eleg¨ªa el candidato que consideraba m¨¢s id¨®neo entre los que se presentaban. ?ste, en la opini¨®n de la mayor¨ªa de los centros, era un buen procedimiento para la elecci¨®n del director y muy pocas voces se han levantado en su contra.
El problema se plantea cuando deja de haber candidatos a la direcci¨®n y a los equipos directivos, como viene ocurriendo en los ¨²ltimos a?os, y la Administraci¨®n se ve obligada a nombrar manu militari a un profesor o profesora del centro, que, sin haberlo deseado, tiene que hacerse cargo de la direcci¨®n. Evidentemente, la ausencia de atractivo que en la actualidad tienen los cargos directivos de los centros de ense?anza (especialmente en las grandes ciudades) tiene que ver con un trabajo que resulta sumamente ingrato y estresante y es un s¨ªntoma muy claro de que algo no estaba bien planteado en la LOGSE respecto a la funci¨®n directiva y, por tanto, necesitaba una revisi¨®n urgente.
Pero la LOCE, no s¨®lo no viene a resolver el problema, sino que lo ha agravando todav¨ªa m¨¢s, al modificar el procedimiento de elecci¨®n de directores y quitar la competencia de la propuesta al consejo escolar del centro. Con ello la anterior Administraci¨®n del PP, en vez de ir al fondo de la cuesti¨®n para poder encontrar una soluci¨®n, nos devuelve casi a la ¨¦poca franquista al recortar el funcionamiento democr¨¢tico de los centros en un punto tan especialmente delicado que la tarea de los directores elegidos por este nuevo procedimiento va a ser una misi¨®n casi imposible.
La soluci¨®n del problema, desde luego, no ten¨ªa nada que ver con la modificaci¨®n de un procedimiento de elecci¨®n que ha funcionado muy bien siempre que el consejo escolar ha podido ejercer esta competencia, sino que era algo mucho m¨¢s complejo ya que, a nuestro entender, reside en cuestiones tales como:
- La indefinici¨®n de competencias de los equipos directivos, lo que provoca una constante conflictividad en sus relaciones con los distintos sectores de la comunidad educativa.
- La falta de autonom¨ªa de los centros y, por tanto, de los equipos directivos para resolver los principales problemas que se plantean en el d¨ªa a d¨ªa.
- El escaso apoyo que los equipos directivos encuentran en la Administraci¨®n y la falta de respuesta de la misma a los problemas que tienen.
- Y, por supuesto, la insuficiente compensaci¨®n econ¨®mica para un trabajo que exige una gran responsabilidad y dedicaci¨®n.
Urge, pues, que la nueva Administraci¨®n socialista analice seriamente esta cuesti¨®n y, despu¨¦s de consultar a todos los que tienen algo que decir (empezando por las propias Juntas de Directores), modifique la LOCE, por el procedimiento legal adecuado, y d¨¦ una soluci¨®n de verdad al problema, haciendo todo lo posible para que de nuevo los cargos directivos de los centros docentes sean atractivos para el profesorado m¨¢s capacitado para desempe?arlos. De lo contrario, le va a ser muy dif¨ªcil reflotar la ense?anza p¨²blica y cumplir los compromisos de su programa electoral con una ense?anza de calidad
Mercedes Madrid es profesora del IES Ferrer i Guardia de Valencia.
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