En la senda de Gascoigne
El fuerte car¨¢cter y la precocidad de Rooney, el m¨¢s joven en lograr un gol en una Eurocopa, recuerdan los inicios del genial centrocampista
Wayne Rooney es pelirrojo, tiene la nariz chata y ancha, la tez lechosa y rosacea y un perfil ligeramente redondeado en la zona del abdomen. Y, s¨ª, recuerda al primer Paul Gascoigne. Ambos, muy precoces. Ambos, surgidos de los interminables suburbios de la clase trabajadora que circundan las ciudades inglesas -el uno, en Liverpool; el otro, en Newcastle-. Ambos, geniales con el bal¨®n en los pies. Y ambos, dotados de un car¨¢cter irascible y una acusada tendencia a la indisciplina.
"Mucha gente comenta lo mucho que Rooney les recuerda a m¨ª", dice, compungido, Gazza, sabiendo que no es un modelo a imitar: "Es muy sencillo. No tiene que seguir mi camino. Debe aprender de mis errores. As¨ª ser¨¢ uno de los mejores jugadores de la historia", resume con esa mezcla de autocr¨ªtica y peculiar sentido del humor que tantas veces ha surtido de buenas frases a la prensa sensacionalista inglesa. "Mi temperamento es parte de mi juego", se excusa Rooney, que a?ade: "Voy a a imitar a Gazza en... su juego, que era brillante".
"Mi temperamento es parte de mi juego. Voy a imitar a Gazza en su f¨²tbol, que era brillante"
Gazza: "Es muy sencillo. No tiene que seguir mi camino. Debe aprender de mis errores"
Rooney, nacido en Coxteth hace 18 a?os, ha sido el jugador m¨¢s joven -16 a?os y 361 d¨ªas- en debutar en la Primera Divisi¨®n inglesa; el m¨¢s joven en vestir la camiseta de la selecci¨®n -17 a?os y 111 d¨ªas-, y el m¨¢s joven en marcar un tanto en una Eurocopa -18 a?os y 234 d¨ªas-. Ha marcado siete goles en 15 encuentros internacionales, los dos ¨²ltimos el jueves contra Suiza. Gascoigne, en su momento, fue el m¨¢s joven en jugar en el campeonato ingl¨¦s, con 17 a?os.
En la parte interna de una de las ventanas de la vieja casa de Rooney hay una inscripci¨®n sobre la madera: "W. Rooney, Everton Football Club". La grab¨® el propio jugador cuando a¨²n viv¨ªa en esa modesta casa, frente a un videoclub y a uno de esos pubs en serie que hay en cada calle de Inglaterra. En un callej¨®n, Rooney golpeaba la pelota sin descanso, seg¨²n Derek Booth, uno de sus vecinos: "Estaba ah¨ª, dando patadas todo el d¨ªa". Su madre, de 36 a?os, ten¨ªa dos empleos como camarera y su padre, de 40, era entrenador en un club de boxeo. ?l asist¨ªa a una escuela cat¨®lica del barrio. Marc¨® 80 goles en el Copplestone, un club infantil, cuando ten¨ªa nueve a?os y fich¨® por el Everton. Hoy, seg¨²n el presidente de este club, Bill Kenwright, "es un jugador de 92 millones de euros. Eso nos hace sonre¨ªr a m¨ª y al director deportivo del club".
Gascoigne debut¨® en 1984 en el Newcastle. Muy pronto demostr¨® que no se pod¨ªa tener mucha confianza en ¨¦l. Que era despistado e irresponsable. Le encargaron la misi¨®n de limpiar las botas de Keegan. Para demostrar su inter¨¦s se las llev¨® a su casa. Pero se las dej¨® olvidadas en un autob¨²s. Desde entonces todo han sido problemas.
"Me llamo Paul Gascoigne y soy alcoholico". Una letan¨ªa repetida en cada uno de sus fracasados intentos de desintoxicarse. Hace algunos meses, Gascoigne estrell¨® su coche contra un cami¨®n de reparto: estaba borracho. Unos a?os antes destroz¨® el autob¨²s de su club: estaba borracho. Peg¨® con frecuencia a su ex esposa, Sheryl: estaba borracho. Se rompi¨® la tibia bailando en una discoteca: estaba borracho. Fue expulsado de la concentraci¨®n de la selecci¨®n inglesa: estaba borracho. Se autolesion¨®: estaba borracho... Incluso fue expulsado de un club chino porque "ol¨ªa a cerveza en los entrenamientos matutinos". O sea, estaba borracho.
La lista de jugadores brit¨¢nicos con problemas de alcoholismo es muy larga. Una estirpe de bebedores irredentos que encabeza George Best, el norirland¨¦s que triunf¨® en el Manchester y que, a sus 57 a?os y un trasplante de h¨ªgado de por medio, fue portada de los tabloides hace poco por estrellar su autom¨®vil: iba borracho. Merson o Adams han sido otros ilustres adictos a levantar pintas de cerveza. Iv¨¢n Campo, el ex madridista que milita en el Bolton, describe la relaci¨®n de los futbolistas ingleses con la bebida como "una costumbre". De hecho, "los aficionados y los jugadores beben juntos en los bares que hay dentro del estadio".
De Rooney no se sabe que tenga una gran afici¨®n por los licores. S¨ª que su figura se abomba en la zona de la tripa. Su pasatiempo reconocido era "jugar a las maquinitas" en unos recreativos cercanos a su antiguo domicilio. Tambi¨¦n boxear.
"Probablemente el chaval no sospecha ni la mitad de lo que se le viene encima", asegura con convicci¨®n Gascoigne. Pero, por sus palabras, parece que Rooney algo s¨ª sospecha. "Desde que debut¨¦ con la selecci¨®n, me reconocen por la calle. Ya no veo a mis viejos compa?eros de escuela y he madurado un mont¨®n", se lamenta. Y a?ade: "Cualquier chaval de 18 a?os del pa¨ªs se cambiar¨ªa por m¨ª".
El propio Gascoigne fue a verle a Bellefield, el lugar de entrenamiento del Everton, para advertirle de los peligros de la fama: "Sus consejos me han sido muy ¨²tiles", revel¨® Rooney. El ex futbolista Giles, en el peri¨®dico The Independent, justifica la rebeld¨ªa de Rooney y piensa que su carrera no seguir¨¢ los pasos de la de Gascoigne: "Juega con mucha agresividad, ?pero qu¨¦ esperaban de un chaval que aprendi¨® a dar patadas al bal¨®n en Coxteth".
Su gran apoyo es Gerrard, del Liverpool, compa?ero de pandilla juvenil desde los d¨ªas en que ambos viv¨ªan "en el barrio". Ahora es su gran protector en la selecci¨®n.
Sus ¨ªdolos infantiles son Shearer y... Gascoigne.
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