'En construcci¨®n', de Jos¨¦ Luis Guerin
EL PA?S ofrece, por 1,95 euros,un extraordinario e incatalogable filme
Presentada a concurso en el Festival de San Sebasti¨¢n de 2001, En construcci¨®n se alz¨® con el premio especial del jurado presidido por Chabrol, pero eso s¨®lo fue "oficialmente", como dijo Borja Hermoso en El Mundo: "En lo oficioso, fue el vencedor moral del certamen", comentario que ampliaron los dem¨¢s cr¨ªticos, apasionados con esta "singular¨ªsima, literalmente incatalogable pel¨ªcula que es un hermoso, lib¨¦rrimo y asc¨¦tico poema cinematogr¨¢fico hecho con la austera y noble materia del documento, de la m¨¢s pura verdad filmada", en palabras de Fern¨¢ndez-Santos, corroboradas por Carlos Boyero: "La acci¨®n consiste en filmar un paisaje urbano, castizo y legendario que los nuevos tiempos, o la especulaci¨®n inmobiliaria, o su excesiva vejez, han decidido que tiene que ser derruido. Es el Barrio Chino de Barcelona. Mientras que las m¨¢quinas van demoliendo ese entorno sabroso, crepuscular, entra?ablemente anacr¨®nico, conoceremos parcial o exhaustivamente a una tipolog¨ªa memorable, escucharemos sus recuerdos y sus deseos, observaremos sus tragic¨®micas vivencias diarias (...). Se necesita mucho talento para transmitir este aliento po¨¦tico, una mirada compleja, aguda, m¨²ltiple, sabia y tolerante, este amor hacia esa cosa tan hermosa y terrible llamada vida. Guerin anda sobrado de todas estas caracter¨ªsticas. Al menos, es lo que evidencia esta pel¨ªcula admirable".
"Es un hermoso, lib¨¦rrimo y asc¨¦tico poema cinematogr¨¢fico"
Jos¨¦ Luis Guerin (Barcelona, 1960) hab¨ªa realizado tres largometrajes en casi dos d¨¦cadas de trabajo, Los motivos de Berta (1984), Innisfree (1990) y Tren de sombras (1996), que lo revelaron como "un cineasta excepcionalmente sensible y reflexivo, transe¨²nte de territorios arriesgados, escasamente hollados y alejados del arquetipo del cine comercial al uso; tambi¨¦n, por ello mismo, un cineasta de repercusi¨®n muy minoritaria", en descripci¨®n de Francisco Mar¨ªa Benavent en la revista Rese?a. Con En construcci¨®n logr¨® acercarse a un p¨²blico m¨¢s amplio, al margen de los numerosos galardones recibidos, entre ellos el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa. En San Sebasti¨¢n obtuvo tambi¨¦n la distinci¨®n de la prensa internacional y del C¨ªrculo de Escritores Cinematogr¨¢ficos, y en los Goya de 2002 fue considerado el mejor documental del a?o, t¨¦rmino con el que el autor no est¨¢ de acuerdo porque "mucha gente asocia el documental con una mera prolongaci¨®n del periodismo, y eso no tiene nada que ver con el documental como forma cinematogr¨¢fica bella y ambiciosa". Javier Rioyo, en Cineman¨ªa, se preguntaba sobre el g¨¦nero al que pertenece esta pel¨ªcula: "?Es documental, es filme experimental, es ficci¨®n o no ficci¨®n? ?Y qu¨¦ importa! No valen con la ¨²ltima pel¨ªcula de Guerin los intentos de acotar, de cerrar o minimizar las emociones, las verdades o las mentiras de lo que vemos en la pantalla", lo que Carlos Boyero apostill¨®: "Posee el aire y el formato de un documental, pero tambi¨¦n es una comedia agridulce y surrealista, una tragedia risue?a, un retrato costumbrista y coral, una excentricidad con l¨®gica, una apuesta arriesgada y comprometida, un poema p¨²dico y melanc¨®lico, un canto ¨¦pico, una c¨¢mara y unos micr¨®fonos llenos de arte que logran el gozoso milagro de que la realidad nos parezca la ficci¨®n m¨¢s apasionante".
Entre 1998 y 2000, Guerin y un grupo de alumnos del master de Documentales de Creaci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra hab¨ªan rodado m¨¢s de 120 horas de im¨¢genes de las que finalmente se montaron dos y cuarto. "Intent¨¦ eliminar casi todos los planos que explicaban el barrio (calles, plazas), porque entend¨ªa que la manera m¨¢s noble de mostrar el Barrio Chino era delegarlo en sus habitantes", explic¨® el director en una entrevista con Txema G. Crespo: "Un barrio es la gente que lo habita. Quer¨ªa mostrar, adem¨¢s, c¨®mo se reemplaza una morfolog¨ªa humana por otra", porque, en opini¨®n del periodista, "lo que de verdad le interesa al director barcelon¨¦s es la implicaci¨®n del creador en su obra, y as¨ª lo dice: 'Cuando el arquitecto piensa verdaderamente en la distribuci¨®n de espacios, en la ubicaci¨®n de una ventana, en los materiales, est¨¢ incidiendo en la vida de las personas. Este arquitecto con convicciones tendr¨¢ fricciones con los promotores cuyos intereses suelen ser muy parecidos a los de los productores de cine: acabar la pel¨ªcula en menos tiempo, con menos presupuesto, con menos materiales".
Debieron estar de acuerdo en el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro cuando concedieron a Guerin el premio Titanio como reconocimiento a su pel¨ªcula. "Antes de hacerla pensaba que la arquitectura era m¨¢s perdurable que el cine", coment¨® entonces el director, "pero luego he visto que no es as¨ª, que pocas casas superan la edad del cine. El que se haya barrido con esa impunidad todo un barrio para hacer un trazado distinto es una desconsideraci¨®n hacia esa memoria popular. Ocurre en much¨ªsimas ciudades europeas donde junto al centro hist¨®rico-administrativo-pol¨ªtico suele haber un barrio popular que incomoda por sus trapos sucios. Hay una tendencia a llev¨¢rselos a la periferia. A eso se le suele llamar planes de higienizaci¨®n. Y ¨¦sa es la idea hoy: quitar rincones porque generan suciedad. Y mi pel¨ªcula trata de eso: de la gente que necesita los rincones de la ciudad para vivir. Si se los quitan, les quitan su h¨¢bitat".
Seg¨²n Ruth Toledano, "Guerin ha hecho una pel¨ªcula que es una vuelta de tuerca sin precedentes en el arte cinematogr¨¢fico. Sin actores profesionales, sin gui¨®n, con un sonido directo sencillamente milagroso, rompiendo con todo tipo de convenci¨®n disciplinaria, superando los m¨¢s arriesgados presupuestos cinematogr¨¢ficos, incorpora de la realidad toda la belleza que es posible, toda su verdad, y construye una obra de gran profundidad art¨ªstica".
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