Lluvia y barro en Glastonbury

La lluvia y el barro forman parte del folclor del festival de Glastonbury tanto como los artistas y el siempre colorido p¨²blico que concurren a la m¨ªtica cita del verano ingl¨¦s desde su inauguraci¨®n, en 1971. Ambos elementos no fallaron este a?o y, por supuesto tampoco aguaron la fiesta de los cerca de 130.000 j¨®venes y mayores que, con un precio por entrada de 168 euros, acamparon desde el pasado mi¨¦rcoles en los prados de la granja de Michael Eavis, fundador y todav¨ªa regente de un festival que presume de ser el m¨¢s grande de toda Europa. El ex beatle Paul McCartney rein¨® la noche del s¨¢bado en el escenario principal, la famosa Pir¨¢mide, resucitando viejos ¨¦xitos del grupo de Liverpool y de su carrera en solitario. Con 64 a?os, se estrenaba en Glastonbury. Tambi¨¦n ayer debut¨® la ?pera Nacional Inglesa con un concierto en torno a Wagner que extendi¨® al mundo cl¨¢sico el horizonte de esta pionera concentraci¨®n de hippies. Sus herederos representan a todas las tribus urbanas, desde new age a ejecutivos financieros, y entre ellos cundi¨® la armon¨ªa y un m¨ªnimo de delitos criminales que llevaron a Eavis a proclamar la presente edici¨®n como "la mejor de todos los tiempos". S¨®lo la banda de los hermanos Liam y Noel Gallagher, Oasis, defraud¨® con una actuaci¨®n sin brillo, de acuerdo a comentarios de los asistentes. La parte musical del festival concluy¨® ayer con actuaciones de James Brown y Morrissey, entre muchos otros artistas, pero la evacuaci¨®n de los campistas se prolongar¨¢ durante toda la jornada de hoy.-