Un modelo de familia por comunidad aut¨®noma

Desde la ley de uniones estables de Catalu?a de 1998, otras 10 comunidades aut¨®nomas han elaborado sus propias legislaciones al respecto. Estas normas han venido condicionadas por dos aspectos fundamentales: el partido que las promov¨ªa, y las competencias de cada autonom¨ªa.

Entre las comunidades hist¨®ricas, s¨®lo Galicia mantiene a las parejas de hecho sin regular, salvo en aspectos como la ley de arrendamientos urbanos o la de v¨ªctimas del terrorismo, normativas estatales que s¨ª abarcan a las uniones estables.

Las que dan m¨¢s derechos son la vasca y la navarra, que llegan hasta la adopci¨®n conjunta o del hijo de la pareja. En cambio, las leyes aprobadas por el PP (Valencia y Madrid) no explotan al m¨¢ximo sus competencias. Por ejemplo, pese al anuncio de Alberto Ruiz Gallard¨®n cuando era presidente de Madrid de que su ley iba a ser "la m¨¢s progresista de Espa?a", la norma no s¨®lo excluye la posibilidad de acogimiento conjunto [la Comunidad de Madrid no tiene competencias en adopci¨®n], sino que, como en Valencia, reh¨²ye equiparar la convivencia de las parejas de hecho con las de la familia tradicional.