La magia del cuarto de litro
?Cinco pilotos dentro del mismo segundo, en la ¨²ltima vuelta y todos con posibilidades de cruzar la meta en primer lugar? Sin duda, esto no puede ser otra cosa que el final de una t¨ªpica carrera de 125cc. Aunque la potencia y prestaciones de las m¨¢quinas son menores que en 250cc y MotoGP, la espectacularidad de las pruebas del cuarto de litro puede ser incre¨ªble con unos cambios de posici¨®n mucho m¨¢s frecuentes. Eso se explica porque la igualdad t¨¦cnica es m¨¢xima y las diferencias entre los competidores m¨ªnimas. Incluso su peso cobra trascendencia: en 125cc, cada gramo pesa el doble que en 250cc y el triple que en MotoGP.
Tradicionalmente, la banda de potencia ¨²til de los motores de dos tiempos de baja cilindrada era muy estrecha y, por lo tanto, bastante complicada de aprovechar al m¨¢ximo. Esta filosof¨ªa empez¨® a cambiar al filo de los a?os noventa con la generalizaci¨®n de la admisi¨®n por l¨¢minas en vez de la cl¨¢sica v¨¢lvula rotativa. Hasta entonces, las Derbi espa?olas hab¨ªan dominado la escena gracias a la ciencia del mago Paco Tombas, fallecido a principios de este a?o. Y a menudo con pilotos de casa. El maestro ?ngel Nieto logr¨® un mont¨®n de t¨ªtulos: 13, aunque su proverbial superstici¨®n le lleve a decir siempre 12+1, en 125cc y los ya desaparecidos 50cc.
Las llamadas tazas de caf¨¦ -por el peque?o tama?o de sus cilindros- dieron grandes espect¨¢culos hasta su sustituci¨®n a principios de los ochenta por la clase de 80cc, en la que los espa?oles continuar¨ªan brillando: Jorge Mart¨ªnez Aspar y Manuel Champi Herreros dominaron el Mundial en la segunda mitad de ese decenio. Los 80cc pasaron a mejor vida en 1989 y desde entonces es el cuarto de litro la puerta de entrada al Mundial. Para muchos es un trampol¨ªn para dar el salto a las clases superiores. Adem¨¢s, las motos empleadas en los campeonatos nacionales no suelen ser t¨¦cnicamente muy alejadas de las que lo disputan.
Aunque hubo t¨ªmidos intentos de suprimirla por parte de ciertas instancias -organismos deportivos y organizadores- argumentado su "escaso inter¨¦s comercial", lo cierto es que no se ha vuelto a o¨ªr hablar del asunto y hoy nadie cuestiona su validez. Las carreras suelen ser muy animadas y el inter¨¦s del p¨²blico est¨¢ garantizado.
En 125cc se pueden presenciar remontadas incre¨ªbles y adelantamientos que hielan el coraz¨®n. Las apuradas de frenada son otro aspecto crucial. Aspar se mostr¨® como uno de los mejores frenadores, capaz de apurar lo inimaginable para ganar posiciones -compensado as¨ª su inferioridad de condiciones t¨¦cnicas-, y ahora es otro Jorge, Lorenzo, quien demuestra que nadie frena m¨¢s tarde que ¨¦l sobre una moto de 125cc. Es frecuente que un grupo de media docena de pilotos o m¨¢s empiecen la vuelta final en unas posiciones y la terminen en otras. El caso de Lorenzo en el anterior GP de Holanda y la victoria de H¨¦ctor Barber¨¢ ayer, en Brasil, son dos claros ejemplos de ello. Y no es extra?o que Dani Pedrosa, reci¨¦n llegado a los 250cc procedente del cuarto de litro, nos est¨¦ deparando unos finales tan electrizantes como los vistos hasta ahora. Ser¨¢n pocos centimetros c¨²bicos, pero rebosantes de magia, emoci¨®n y competitividad.
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