El Senado de EE UU concluye que la CIA dio informaci¨®n falsa sobre las armas de Irak
La oposici¨®n dem¨®crata asegura que con esos datos no hubiera autorizado la guerra
Toda la informaci¨®n facilitada por los servicios de inteligencia estadounidenses sobre las armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein, que justific¨® la invasi¨®n de Irak, fue "err¨®nea y estuvo basada en an¨¢lisis falsos o exagerados". En un ataque sin precedentes, el Comit¨¦ de Inteligencia del Senado acus¨® ayer a la CIA de haber facilitado a la Casa Blanca y al Congreso una informaci¨®n que no se correspond¨ªa con la realidad. Para el portavoz dem¨®crata en el comit¨¦, el senador John Rockefeller, "si el Congreso hubiera dispuesto de los datos que tiene ahora, la guerra no hubiera sido autorizada".
El presidente republicano del comit¨¦, Pat Roberts, no comparte la afirmaci¨®n de su hom¨®logo dem¨®crata. En el documento, de 511 p¨¢ginas, en cuya elaboraci¨®n se ha tardado un a?o, no aparecen pruebas de que los analistas de la CIA recibieran "presiones pol¨ªticas" en la realizaci¨®n de su trabajo. Los dem¨®cratas no se han opuesto a la inclusi¨®n de esa conclusi¨®n en el informe, porque el comit¨¦ piensa investigar, en una segunda fase, si la Administraci¨®n pretendi¨® influir de alguna forma en las conclusiones de los analistas de la CIA. Significativamente, la segunda fase de la investigaci¨®n no har¨¢ p¨²blicas sus conclusiones hasta despu¨¦s de las elecciones presidenciales, un calendario duramente criticado por los dem¨®cratas.
La reacci¨®n de la Casa Blanca, como si el asunto no le concerniera, no analiza las conclusiones del informe, devastador para los argumentos esgrimidos por el presidente George W. Bush para justificar la guerra. El portavoz presidencial, Scott McClellan, se limit¨® a se?alar que el informe "coincide, esencialmente, con lo que hemos mantenido sobre la necesidad de adoptar las medidas necesarias con el fin de estar preparados para hacer frente a los nuevos retos".
En la presentaci¨®n del informe, el senador Roberts reconoci¨® que, aunque el debate sobre la intervenci¨®n en Irak "continuar¨ªa durante d¨¦cadas", un hecho ha quedado claro tras la investigaci¨®n: que la informaci¨®n facilitada al presidente y al Congreso por los servicios de inteligencia antes de la guerra sobre las armas de destrucci¨®n masiva era "err¨®nea". Y ?por qu¨¦ era err¨®nea? Simplemente, porque los analistas de la CIA, en la evaluaci¨®n de un informe sobre Irak redactado en octubre de 2002, partieron de una premisa falsa sobre las armas biol¨®gicas y qu¨ªmicas y sobre los programas para desarrollar un arma nuclear. Y con premisas falsas, establecidas en base a informaciones no contrastadas, suministradas principalmente por exiliados iraqu¨ªes de dudosa fiabilidad, se llega a conclusiones falsas.
Roberts acus¨® a los analistas de la CIA de no haber establecido claras diferencias entre "lo que sab¨ªan y lo que supon¨ªan". El resultado de esta cultura de errores se contagi¨® a "nuestros aliados, a Naciones Unidas y a otros pa¨ªses, todos los cuales creyeron que Sadam Husein ten¨ªa programas activos de armas de destrucci¨®n masiva". "Fue un fracaso de inteligencia global".
Una explicaci¨®n, aunque no excusa, para la chapuza de la CIA reconocida por el Senado radica en la ausencia de informadores propios y fiables de la Agencia en Irak. Roberts reconoci¨® que, tras la partida de los inspectores de Naciones Unidas en 1998, la CIA se qued¨® sin fuentes para hacer un seguimiento de los programas armament¨ªsticos iraqu¨ªes.
Por su parte, Rockefeller, el vicepresidente del comit¨¦, calific¨® los errores que condujeron a la guerra de Irak como "el fracaso m¨¢s devastador en la historia de los servicios de inteligencia de la naci¨®n". "Y nosotros, en el Congreso, no hubi¨¦ramos autorizado esa guerra si hubi¨¦ramos sabido entonces lo que sabemos ahora", subray¨®. Para el senador dem¨®crata, "tr¨¢gicamente, el fallo de inteligencia expuesto en este informe afectar¨¢ a nuestra seguridad nacional durante generaciones". Como consecuencia de este fallo, a?adi¨®, "nuestra credibilidad se ha reducido; nuestra posici¨®n en el mundo nunca ha sido m¨¢s baja; hemos facilitado un sentimiento de odio hacia los americanos en el mundo ¨¢rabe y nuestra naci¨®n es m¨¢s vulnerable que nunca".
Rockefeller manifest¨® que los dem¨®cratas hab¨ªan suscrito por unanimidad el informe porque compart¨ªan las cr¨ªticas contenidas en sus conclusiones sobre los fallos de los servicios de inteligencia, que afectan a la seguridad nacional. Sin embargo, se quej¨® de que todo lo que afecta al papel de la Administraci¨®n haya quedado relegado para una segunda fase.
El comit¨¦ critica con igual dureza el papel del director saliente de la CIA, George Tenet, por no contrastar su informaci¨®n con otros servicios de inteligencia de la Administraci¨®n dependientes de los departamentos de Estado y de Defensa y de no corregir el discurso sobre el estado de la Uni¨®n pronunciado por Bush en el 2002, en el que el presidente se refiri¨® a los pretendidos intentos de Sadam de comprar uranio en N¨ªger cuando la CIA ten¨ªa serias dudas sobre la veracidad de esa informaci¨®n. Tenet, que dimiti¨® hace un mes por "razones personales", termina ma?ana su mandato de siete a?os al frente de la Agencia.
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