Una galer¨ªa presenta tres muestras de vanguardia en paralelo a Manifesta

La galer¨ªa donostiarra Arteko ha reunido tres propuestas de vanguardia que se van a suceder en sus salas coincidiendo con la celebraci¨®n en San Sebasti¨¢n de la bienal de arte contempor¨¢neo Manifesta. A la actual propuesta de Esperanza Zabala (Eibar, 1974), presente por vez primera en esta galer¨ªa, suceder¨¢n en breve los trabajos de la mexicana Elssie Ansareo y del guipuzcoano Blami.

La muestra de Zabala es un claro exponente del arte de vanguardia, tanto por su carga conceptual como por los materiales de sus esculturas. No hay ni maderas ni bronces, s¨®lo poliuretano y escayola. "Comercialmente es un suicidio, pero la instalaci¨®n completa y toda la reflexi¨®n que hay detr¨¢s es interesant¨ªsima", apunta la galerista, Cristina de la Fuente.

De la Fuente ha decidido aprovechar las sinergias de Manifesta y presentar este verano las propuestas de tres j¨®venes artistas bajo el t¨ªtulo conjunto Nuevas Tendencias. La primera, que concluye hoy, es la de Zabala. Despu¨¦s, del 16 de julio al 28 de agosto ceder¨¢ la sala a Elssie Ansareo (M¨¦xico, 1979) quien presentar¨¢ una serie de fotograf¨ªas titulada Serie Blanca. Entre el 3 de septiembre y el 10 de octubre, Arteko estar¨¢ ocupada por una instalaci¨®n de Blami (Lasarte, 1970).

Zabala no s¨®lo cree en la capacidad del arte para exorcizar sus miedos; tambi¨¦n lo practica. Su muestra en Arteko (Secundino Esnaola, 3) habla de la vejez, la muerte o el temor a ser cuestionado a trav¨¦s de una serie de esculturas en escayola y poliuretano -piernas, hombres ahorcados,...- que no dejan indiferente.

"Parad¨®jicamente, no abordo los asuntos de una manera pesimista. Es m¨¢s bien un exorcismo de tab¨²es", se?ala. La artista ha cubierto el suelo de Arteko con hierba artificial para dar color a Ruina, una instalaci¨®n que, cuando menos, inquieta y sorprende. Sobre el suelo, ha colocado v¨ªsceras en una bolsa de pl¨¢stico donde se lee la palabra glamour; piernas, manos y representaciones de otras partes del cuerpo que descubren su proceso creativo. Primero, realiza los moldes en escayola y luego, tras llenarlos con poliuretano, los rompe.

El mismo sistema ha seguido para crear sus peculiares autorretratos. En Espantap¨¢jaros se representa como una figura ahorcada y colgada del techo; en Mi yo devastado, sentada en una silla de ruedas. "El resultado de mis obras habla de muerte y otras cuestiones un poco t¨¦tricas, pero no soy pesimista. Lo que pasa es que, por ejemplo, abordo la muerte un poco a la manera de los mexicanos, que hacen una fiesta y le plantan cara con iron¨ªa", dice.