Catalu?a gasta la mitad en tecnolog¨ªa por empleado que el Pa¨ªs Vasco y Madrid

Catalu?a s¨®lo ha coqueteado con la revoluci¨®n tecnol¨®gica. El escaso tama?o de las empresas, que les merma capacidad para invertir en innovaci¨®n, sumado al tibio entusiasmo de las compa?¨ªas con masa cr¨ªtica para subirse al carro de la tecnolog¨ªa, dibujan un panorama "inquietante", seg¨²n el Departamento de Trabajo e Industria. El capital tecnol¨®gico de Catalu?a por cada persona ocupada es pr¨¢cticamente la mitad del que han acumulado Madrid y Euskadi.

"Catalu?a se ha quedado ciertamente atr¨¢s en el terreno tecnol¨®gico", se?ala Maite Costa, secretaria general de Industria y Energ¨ªa de la Generalitat. Es su reacci¨®n a uno de los datos m¨¢s sorprendentes -aunque "desafortunadamente bien conocidos en el mundo acad¨¦mico", a?ade Costa- que ha recogido el libro La competitividad de la econom¨ªa catalana, del catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Barcelona, Joaquim Novella, miembro del ¨¢rea socioecon¨®mica del Consejo de Trabajo Econ¨®mico y Social de Catalu?a (CTESC). "En Catalu?a, parece que la revoluci¨®n tecnol¨®gica est¨¢ pendiente de hacerse", concluye el libro del CTESC.

M¨¢s all¨¢ de la inversi¨®n en investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n que van desembolsando cada a?o tanto el sector p¨²blico como el privado con relaci¨®n a la riqueza de un pa¨ªs o una comunidad -en la que Catalu?a ya era sabido que ha quedado relegada por el Pa¨ªs Vasco y por Madrid-, el capital tecnol¨®gico es la suma de este tipo de inversiones, principalmente las de las empresas, que queda a lo largo del tiempo en ese pa¨ªs o comunidad. "Uno de los principales factores que influyen en la productividad es la dotaci¨®n de capital tecnol¨®gico, y el modo m¨¢s fiable es medirlo es ver cu¨¢nto le corresponde a cada empleado", explica Novella.

Los ¨²ltimos datos disponibles, de 2001, arrojan 2.951 euros por ocupado en Catalu?a. En el caso del Pa¨ªs Vasco y Madrid, la cantidad asciende a 5.573 euros. De modo que la riqueza tecnol¨®gica por ocupado de Catalu?a equivale s¨®lo al 52,9% de la de esas dos comunidades. Esta distancia abismal con Madrid y el Pa¨ªs Vasco no es lo ¨²nico que preocupa a la Generalitat.El capital tecnol¨®gico en Espa?a era en 2001 de 2.457 euros por ocupado, frente a los 2.951 euros de Catalu?a. Y el Gobierno catal¨¢n considera "preocupante" el ritmo "s¨®lo ligeramente superior" al que ha evolucionado este indicador en Catalu?a con relaci¨®n a toda Espa?a. Desde el a?o 1987 -a partir del que Joaquim Novella trabaja con los datos sobre la nueva econom¨ªa en Catalu?a del BBVA-, la tasa de crecimiento del capital tecnol¨®gico por cada persona empleada en Catalu?a (el 6,6%) s¨®lo supera en 1,4 puntos a la tasa de crecimiento espa?ola (5,2%). "Es una distancia muy pobre", concluye Costa.

Mejora relativa

Este ritmo de crecimiento escasamente superior garantiza, al menos, que Catalu?a no ha perdido posiciones con relaci¨®n al conjunto. La riqueza tecnol¨®gica de la comunidad catalana ascend¨ªa a 2.374 millones de euros en 1987. En 2001 hab¨ªa dado un salto a 8.159 millones de euros. Si en 1987 representaba el 16,6% de la riqueza tecnol¨®gica del conjunto de Espa?a, en 2001 el peso de Catalu?a aument¨® hasta el 20,8%. Y al medirla por ocupado, pas¨® en el mencionado periodo de no alcanzar la media espa?ola (98,6%) a superarla (120%).

Conclusi¨®n: Catalu?a y sus empresas han realizado un importante esfuerzo tecnol¨®gico, pero fabrica productos y ofrece servicios que requieren un esfuerzo tecnol¨®gico muy inferior al de los que fabrican y ofrecen el Pa¨ªs Vasco y Madrid. La estructura productiva distinta de Catalu?a puede justificar la diferencia, dice Novella, pero "nunca puede explicar una distancia tan importante".

En opini¨®n de Maite Costa, datos como ¨¦stos reflejan "el sinsentido de la autocomplacencia de tantos a?os", en alusi¨®n al Gobierno de CiU y a lo que describe como "ausencia de una pol¨ªtica industrial activa basada en la innovaci¨®n y en el desarrollo tecnol¨®gico".

El actual Gobierno se ha propuesto acompa?ar a las empresas en la b¨²squeda de nuevos enfoques de negocio, favorecer a los sectores de alto contenido tecnol¨®gico -como el aeron¨¢utico, el alimentario de segunda generaci¨®n y la tecnolog¨ªa para las energ¨ªas renovables- y contribuir a resolver el problema de escala de las empresas mediante una red de centros tecnol¨®gicos que d¨¦ soporte a proyectos de cooperaci¨®n entre empresas que solas carecen de capacidad y masa cr¨ªtica para poder innovar.

El informe de Novella, que hace suyo el Consejo de Trabajo Econ¨®mico y Social (CTESC) -que est¨¢ presidido por Rafael Hinojosa y agrupa a patronales, sindicatos y Administraci¨®n-, advierte de que el cambio de estructura productiva de Catalu?a hacia sectores de mayor nivel tecnol¨®gico y productividad ha sido "excesivamente lento", y pide pol¨ªticas que impulsen una especializaci¨®n m¨¢s intensa de la econom¨ªa catalana en estos sectores, para no hipotecar el futuro econ¨®mico de la comunidad.

Que las empresas catalanas necesitan un empuj¨®n se desprende tambi¨¦n de otros indicadores sobre innovaci¨®n que no dejan bien parada a Catalu?a. Esta comunidad queda por detr¨¢s en las actividades de formaci¨®n permanente que ofrecen las empresas: el 3,32% lo hace, frente al 3,79% de la Comunidad de Madrid, el 4,9% del Pa¨ªs Vasco y regiones europeas como Lombard¨ªa (4,59%) y Baden-W¨¹rttemberg (5,84%). Incluso la media espa?ola sobrepasa la de Catalu?a (4,67%).

Menos estudios superiores

Lo mismo ocurre con el porcentaje de personas de entre 25 y 64 a?os con estudios superiores -el 23,6% de Catalu?a queda por detr¨¢s del 31% largo de Madrid y el Pa¨ªs Vasco, y tambi¨¦n por debajo de Baden-W¨¹rttemberg y Rh?ne-Alpes-. En empleo en servicios de alta tecnolog¨ªa, Catalu?a mejora al Pa¨ªs Vasco, pero va por detr¨¢s de Madrid, Lombard¨ªa y Baden-W¨¹rttemberg. Y en solicitud de patentes de alta tecnolog¨ªa, la comunidad catalana queda totalmente eclipsada por las regiones consideradas motores de crecimiento europeos y por Madrid.