Un pa¨ªs de corta memoria
A¨²n quedan seis heridos del 11-M ingresados, pero el recuerdo de los atentados se va diluyendo en Madrid justo cuatro meses despu¨¦s de la tragedia. Han desaparecido los crespones, el luto y casi todo vestigio de esa fecha, incluyendo la enorme ofrenda espont¨¢nea de la estaci¨®n de Atocha, cuya visi¨®n los trabajadores de Renfe no pudieron soportar. Se prepara un monumento para tratar de mantener viva la memoria de una sociedad que se ha mostrado poco propicia a la rememoranza y en la que las v¨ªctimas del terrorismo aprecian una exagerada predisposici¨®n al olvido.
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