Un artista de verdad

La ¨®pera, espect¨¢culo total, suma de las artes y todo lo que ustedes quieran es as¨ª. Se pone en marcha una maquinaria costos¨ªsima, se re¨²ne un reparto aplicadito, se hace la propaganda correspondiente y de todo eso queda una sola cosa, una voz, una prestancia, una suma de detalles que dejan todo lo dem¨¢s en un segundo plano. Y eso ocurri¨® en el Real el s¨¢bado. Salir a escena Renato Bruson y cambiar el panorama fue todo uno. Lo que llevaba camino de ser una reposici¨®n de Tosca digna y aseada se transform¨®, por la presencia de un artista de los de verdad, en un verdadero acontecimiento. Al bar¨ªtono italiano le faltan dos a?os para cumplir los setenta, y por eso lleg¨® al final de su parte algo apurado. Por eso y porque decidi¨® darlo todo desde ese momento m¨¢gico en que mete el miedo en el cuerpo a los que andan zascandileando por la capilla Attavanti. La voz sigue siendo de una enorme nobleza, el fraseo perfecto y, sobre todo, esa presencia, la encarnaci¨®n de un Scarpia plenamente cre¨ªble en su crueldad nada gratuita. Bruson, un cl¨¢sico, hizo que esta Tosca fuera toda suya y el p¨²blico le agradeci¨® tanto arte en forma de una de las mayores ovaciones que se recordaban en el Real.

El resto fue m¨¢s que digno, aunque palideciera al lado de lecci¨®n tan grande. Ya se sab¨ªa que la producci¨®n de Nuria Espert no acaba de funcionar del todo. El primer acto tiene cierta prestancia y se advierte la direcci¨®n de actores; el segundo, mal que bien, se deja ver, pero, en el tercero, el hermoso preludio y la cancioncilla del pastor pasan desapercibidos y el suicidio de Tosca carece de grandeza.

Valent¨ªa

La pareja de enamorados le ech¨® agallas y cumplieron con valent¨ªa. Isabelle Kabatu -que domin¨® con soltura la absurda cola de su vestido, obst¨¢culo perverso que pareciera creado por un enemigo ac¨¦rrimo de la cuerda sopranil- posee un color vocal tirando a oscuro que otorga un especial atractivo a su timbre, tambi¨¦n un punto met¨¢lico. Trata el personaje demasiado a ras de tierra y su Visi d'arte result¨® suficiente si no especialmente conmovedor, pero ya se sabe que esa suele ser la norma en el noventa por ciento de los casos. Franco Farina es un tenor de los que se entregan pero el ya de por s¨ª plano Cavaradossi le queda demasiado uniforme y tampoco le saca mucho partido en lo actoral. Bien los comprimarios, entre ellos Luis ?lvarez, Felipe Bou y Emilio S¨¢nchez. Fabio Armiliato se creci¨® seg¨²n avanzaba la representaci¨®n y fue dando con la clave de la hermosa m¨²sica de Puccini.

Y, para terminar, un aviso. Hay un segundo reparto hoy, el mi¨¦rcoles y el viernes. En ¨¦l, Tosca es Carol Vaness, Cavaradossi lo hace Nicola Rossi Giordano y Scarpia es para James Morris. No s¨¦ si el conjunto mejorar¨¢ el de este primer d¨ªa, pero quien quiera ver a una leyenda viva de la ¨®pera llamada Renato Bruson que acuda al Real ma?ana o el jueves. De nada.