"Nuevo socialismo"
Se repite en los discursos el t¨¦rmino "nuevo socialismo"; a veces se concreta de otra forma y se dice "socialismo de los ciudadanos". No lo entiendo bien. Si alguna vez no fue de los ciudadanos, es que no era socialismo. Tampoco estoy muy seguro de que lo sea ahora: se es lo que se puede dentro de unas circunstancias. No siendo de ese partido, el tema s¨®lo me interesa como la posibilidad de gobernar Espa?a en las circunstancias actuales; y sobre todo, en la de modificar las circunstancias para aproximarse m¨¢s a una izquierda que espera y que en esa expectaci¨®n se suma a ¨¦l. Hasta estos cien d¨ªas que una convenci¨®n universal concede a los cambios de gobierno observo algo grato, que es la disoluci¨®n del aznarismo, el destrozo de las disposiciones de una derecha que configur¨® Espa?a. Los cambios en la ense?anza, la admisi¨®n de la homosexualidad como parejas oficiales, la retirada de las tropas en Irak enturbiada por el env¨ªo a Afganist¨¢n, la elevaci¨®n del sueldo m¨ªnimo garantizado, la supresi¨®n de la ense?anza religiosa obligatoria, son todas razones y l¨®gicas que hab¨ªan sido atropelladas; una limpieza del esti¨¦rcol. Me parece tambi¨¦n que Zapatero est¨¢ recuperando algo de la normalidad psicol¨®gica perdida; una cura ventajosa de los complejos de inferioridad de la izquierda espa?ola desde que Franco gan¨® la guerra.
Convertidos en antiespa?oles, comecuras, asesinos y esclavos de la URSS, los espa?oles que no eran franquistas ni aznaristas despu¨¦s parec¨ªan de segundas. Ellos eran Espa?a, y si no hab¨ªa otra manera de demostrarlo, lo hac¨ªan con banderas gigantes. Aznar era ya el personaje del teatro de Marquina que gritaba "?Espa?a y yo somos as¨ª, se?ora!": la identificaci¨®n del individuo dominante con una idea supuesta enraizada en la posesi¨®n de lo que se llam¨® "solar patrio". Y la palabra solar est¨¢ muy identificada con la derecha eterna: nunca hab¨ªa costado m¨¢s caro en Espa?a. Yo no estoy nada seguro de que el "nuevo socialismo" vaya a restaurar la Espa?a perdida en 1936-1939 y nunca encontrada; ni vaya a llegar al paso de otras democracias menos deterioradas; pero acuchillar la cazcarria y el esti¨¦rcol del aznarismo me parece bastante hasta ahora.
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