Sindicatos de Per¨² exigen la dimisi¨®n de Toledo
La oposici¨®n asegura, en plena huelga general, que el Gobierno est¨¢ "herido de muerte"
Gobierno y oposici¨®n peruanos hicieron ayer un balance radicalmente opuesto sobre el seguimiento de la huelga general, convocada por los principales sindicatos, el partido mayoritario de la oposici¨®n, APRA, y otras fuerzas. "El paro ha fracasado", anunci¨® a bombo y platillo el primer ministro, Carlos Ferrero, que asegur¨® que apenas un 2% de peruanos secund¨® la huelga. El ex presidente Alan Garc¨ªa, l¨ªder de la oposici¨®n, replic¨® que el 70% particip¨® en la jornada de protesta contra "un Gobierno herido de muerte".
A lo largo de la ma?ana, largas columnas de huelguistas marcharon desde los cuatro conos (suburbios) de Lima para confluir en la plaza Dos de Mayo, donde se celebr¨® el mitin m¨¢s multitudinario. "Que cambie la pol¨ªtica del Gobierno", fue un clamor entre los huelguistas, para quienes el paro no era sindical, sino "c¨ªvico" contra la pol¨ªtica econ¨®mica gubernamental y contra el presidente Alejandro Toledo, cuya dimisi¨®n fue exigida por los sindicatos. Lima y ciudades importantes como Arequipa, Cuzco y Puno fueron escenario de marchas y concentraciones. Salvo algunas excepciones, la jornada transcurri¨® en paz, en contra de los agoreros que presagiaban un estallido incontrolable de violencia. Algunas voces llegaron a difundir la versi¨®n de que organizaciones como Sendero Luminoso en connivencia con las FARC colombianas aprovechar¨ªan la huelga para sembrar el terror. Nada de eso ocurri¨®, ni fue necesaria la intervenci¨®n de los efectivos militares desplegados en puntos estrat¨¦gicos en apoyo a los 93.000 polic¨ªas movilizados en todo el pa¨ªs.
En los puntos m¨¢s calientes hubo cortes de carreteras. En Lima, desde primeras horas de la ma?ana, los efectos de la huelga eran claramente visibles, con un reducido n¨²mero de autobuses, y poca gente en las calles. Hasta que empezaron a formarse las columnas de huelguistas.
El Gobierno hizo una lectura bien distinta. Mientras en el palacio presidencial, el jefe del Estado permanec¨ªa reunido con los parlamentarios que le apoyan en el Congreso al objeto de reparar las grietas en la coalici¨®n gubernamental, el primer ministro Ferrero y varios ministros hac¨ªan la primera evaluaci¨®n de la huelga. Apenas eran las 11 del mediod¨ªa y el jefe del Gabinete se apresur¨® a afirmar que el paro hab¨ªa sido un fracaso rotundo, y que s¨®lo era seguido por el 2%. "Todo el mundo est¨¢ trabajando. El Per¨² quiere trabajar, el Per¨² no se detiene", reiter¨® Ferrero. Los ministros de Agricultura, Producci¨®n, Minas, Transportes y Trabajo dibujaron un panorama de normalidad como si nada pasara. S¨®lo el ministro del ramo reconoci¨® que el 50% del transporte p¨²blico no funcionaba en Lima.
La versi¨®n del Gobierno fue rechazada por el l¨ªder aprista, Alan Garc¨ªa, quien asegur¨® que la huelga "contra el mal Gobierno" ten¨ªa un amplio seguimiento. "No ha funcionado la campa?a del miedo toledista. No hay un solo herido en todo el pa¨ªs". El tono de Garc¨ªa adquiri¨® mayor virulencia cuando se refiri¨® a la acusaci¨®n lanzada por el primer ministro, seg¨²n la cual militantes apristas quemaron neum¨¢ticos para entorpecer el tr¨¢fico en Lima."Son infundios de un ex colaborador de Fujimori", dijo Garc¨ªa. Diversos analistas coinciden en se?alar que el l¨ªder del APRA ser¨¢ el principal ganador o perdedor de la huelga, seg¨²n sea el seguimiento. ?Despu¨¦s del paro qu¨¦?, es la pregunta en boca de muchos peruanos. Uno de los convocantes, el secretario general de la CGTP, Juan Jos¨¦ Gorriti, advirti¨® de que si el Gobierno no entiende que la huelga es "un ultim¨¢tum del pueblo" habr¨¢ "una hecatombe pol¨ªtica y social terrible". De la dimensi¨®n de la huelga depender¨¢ en buena parte la futura agenda pol¨ªtica.
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