Gobierno y Junta despiden tres a?os de conflictos por la investigaci¨®n andaluza con c¨¦lulas madre

El Gobierno central y la Junta de Andaluc¨ªa sellaron ayer protocolariamente la paz en el conflicto que les ha enfrentado durante los ¨²ltimos tres a?os a prop¨®sito de la investigaci¨®n biom¨¦dica con c¨¦lulas madre. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, y el presidente andaluz, Manuel Chaves, firmaron en Granada el convenio que inyecta 18 millones de euros a los proyectos andaluces y convierte al Banco de L¨ªneas Celulares de Granada en el proveedor de material para todos los centros espa?oles especializados en medicina regenerativa.

Las primeras informaciones apuntaban a que el acuerdo entre ambas administraciones p¨²blicas se firmar¨ªa en el palacio de San Telmo, en Sevilla, el martes, pero finalmente eligieron Granada para incrementar el valor simb¨®lico del acto. El Gobierno andaluz eligi¨® el Parque Tecnol¨®gico de Ciencias de la Salud de esta ciudad como sede de su banco de l¨ªneas celulares hace algo menos de un a?o, convirti¨¦ndola as¨ª en la capital andaluza de la investigaci¨®n biom¨¦dica.

Adem¨¢s de los representantes de ambas administraciones, al acto asistieron rectores de universidad, responsables de hospitales andaluces y otros miembros de la comunidad cient¨ªfica, como Bernat Soria, director del Centro Andaluz de Terapia Celular en Diabetes y responsable del proyecto de transplante de islotes pancre¨¢ticos, esencial para el futuro tratamiento de esta enfermedad. Tambi¨¦n estuvieron all¨ª los representantes de algunas de las organizaciones de pacientes que m¨¢s esperanzas tienen en los avances de la investigaci¨®n biom¨¦dica

El acuerdo supone el final de los conflictos entre el anterior Gobierno del PP y la Junta. El Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar recurri¨® al Constitucional a finales de 2003 la ley andaluza sobre investigaci¨®n con preembriones no viables para la fecundaci¨®n in vitro. La anterior ministra de Sanidad, Ana Pastor, obstaculiz¨® la llegada de las primeras l¨ªneas celulares al banco andaluz provenientes de Suecia, prevista inicialmente para marzo, calific¨¢ndola de "falta grave" contra la ley estatal sobre reproducci¨®n asistida.

Tanto la nueva ministra, Elena Salgado, como el presidente Manuel Chaves recordaron estos episodios tras estampar su firma en el acuerdo. "El convenio supone que hay una manera de hacer las cosas en lo cient¨ªfico, en lo jur¨ªdico y en lo pol¨ªtico que diferencia a unos gobiernos de otros", dijo la ministra. "Este acto es el fin de la utilizaci¨®n partidista de la investigaci¨®n, de las trabas a magn¨ªficos proyectos s¨®lo por venir de un Gobierno de distinto color", a?adi¨®.

Chaves subray¨® que con el acuerdo se retoma el camino emprendido por la Junta en este campo hace tres a?os. Un camino "sembrado de dificultades e incomprensiones por parte de determinadas posiciones pol¨ªticas y religiosas", dijo. El presidente asegur¨® que Andaluc¨ªa es la comunidad mejor preparada para llevar a cabo este tipo de investigaciones gracias a la ley que las regula y al decreto que establece los procedimientos de autorizaci¨®n de proyectos y su control pol¨ªtico.

El acuerdo convierte el Banco de L¨ªneas Celulares de Andaluc¨ªa, con sede en Granada, en el banco nacional que deber¨¢ donar este tipo de c¨¦lulas a todos los centros de investigaci¨®n espa?oles. Gobierno y Junta se comprometen adem¨¢s a financiar los proyectos andaluces con 18 millones de euros que ambas administraciones aportar¨¢n a partes iguales.

Ese dinero dar¨¢ un empuj¨®n a programas como el de Bernat Soria o al destinado a tratar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, dirigido por Jos¨¦ L¨®pez Barneo del hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla. Pero el principal objetivo del Gobierno andaluz es la apertura de un centro propio de medicina regenerativa. La consejer¨ªa de Salud retomar¨¢ pr¨®ximamente un acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas por el que este organismo estatal le ceder¨¢ un edificio de 4.000 metros situado en la Isla de la Cartuja que se convertir¨¢ en su sede.