Huida hacia el mar
Malcolm Lowry embarc¨® en un carguero que sali¨® de Liverpool rumbo al Lejano Oriente cuando ten¨ªa dieciocho a?os. Hab¨ªa convencido a su padre de que le dejara hacer este viaje antes de ingresar en la universidad porque sent¨ªa una verdadera sed de mar. Su padre le llev¨® al muelle en una limusina y esto marc¨® al joven Lowry ante la tripulaci¨®n. Exactamente lo mismo le sucede al joven Dana Hilliot, protagonista de Ultramarina, cuando embarca en el Oedypus Tyrannus para cumplir su sue?o; atr¨¢s deja a su novia Janet y un mundo de burgues¨ªa acomodada para adentrarse en otro mundo, brutal y primitivo, al que es ajeno por completo.
Esta primera novela de Malcolm Lowry se mueve sobre una doble gu¨ªa: el espacio social y vital al que Hilliot pertenece y al que recurre en sus pensamientos y la necesidad de hacerse valer, de ser reconocido por el resto de la tripulaci¨®n como uno de ellos. La primera gu¨ªa le plantea un problema de fidelidad, de renuncia a las mujeres de los puertos, que lo aleja a¨²n m¨¢s de la tripulaci¨®n; se manifiesta siempre en primera persona y en formas de mundo interior y representa, por medio del mantenimiento de la castidad, algo m¨¢s que la mera renuncia: es el lazo que lo mantiene unido a su mundo social y vital. La segunda gu¨ªa entra en abierta contradicci¨®n con la primera y s¨®lo ofrece dos v¨ªas de desahogo: el alcohol y el esfuerzo f¨ªsico. Aqu¨ª usa tambi¨¦n la primera persona, se distancia con la tercera en ocasiones y coloca las conversaciones entre los marineros como representaci¨®n viva del rudo mundo del barco y contraste de realidad -el presente de la novela- y la vida de estudiante -el pasado inmediato, que incluye a Janet-.
ULTRAMARINA
Malcolm Lowry
Traducci¨®n de Jaime Zulaika
Tusquets. Barcelona, 2004
232 p¨¢ginas. 15 euros
La novela comienza con el
alistamiento de Hilliot y de los dos marineros con quienes se relacionar¨¢ m¨¢s activamente: Andy, al que se enfrenta por ser el que m¨¢s ostensiblemente muestra su desprecio hacia un se?orito que "ha quitado el puesto a alg¨²n buen muchacho", y Norman, el m¨¢s comprensivo y sentimental de todos. Este modo directo de entrar en faena domina el libro de punta a cabo. Escrito sobre las notas tomadas en su viaje por Lowry, tal parece que el deseo de relatar una experiencia decisiva primara sobre la concepci¨®n de la novela como tal y, de esta manera, los cinco cap¨ªtulos que la componen constituyen cinco unidades relacionadas por el paso del tiempo. El paso del tiempo, sin embargo, se revela como un conductor importante, pues va mostrando c¨®mo el conflicto entre los dos mundos que se enfrentan en la vigorosa juventud de Hilliot se escora hacia el deseo de volver y la a?oranza, a medida que se consolidan por igual el rechazo y la necesidad de ser reconocido.
Esa necesidad llega a su expresi¨®n m¨¢s eficiente en el cap¨ªtulo tercero, cuando Hilliot decide buscar una mujer en el primer puerto. Aqu¨ª es donde las cualidades narrativas de Lowry afloran con fuerza: primero se mete una paliza de trabajo en el barco en el que la lucha contra el propio barco es a la vez una demostraci¨®n de energ¨ªa y un acto de purificaci¨®n; despu¨¦s desembarca y el destino le lleva a hacer un descenso a los infiernos a trav¨¦s del alcohol donde encuentra y pierde a una prostituta, pierde la ¨²nica carta que le llega de su novia, se pierde a s¨ª mismo, primero en una autoexaltaci¨®n disparatada y luego en la inconsciencia, e, indirectamente, alcanza el punto m¨¢s alto de enfrentamiento con Andy, que se resolver¨¢ m¨¢s adelante.
Es inevitable la comparaci¨®n con el descenso alcoh¨®lico a los infiernos del c¨®nsul en Bajo el volc¨¢n porque entre ambos media todo el proceso de aprendizaje de Lowry. Lo que aqu¨ª es a veces repetitivo o excedido -pero nada desde?able- contrasta con la sabia mezcla de precisi¨®n y exuberancia que consigue en el trayecto del c¨®nsul hacia la muerte. En Ultramarina la muerte aparece de pasada, en el contexto de una superaci¨®n; en el Volc¨¢n, la muerte es el hilo conductor inexorable y fatal. Por lo dem¨¢s, conviene se?alar que as¨ª como la construcci¨®n es m¨¢s impulsiva y descosida que rigurosa y ordenada, el uso de las diversas voces es realmente espl¨¦ndido; el uso de los leitmotiv est¨¢ bien dosificado y el ¨ªmpetu creador es imparable. Tambi¨¦n las descripciones dejan ver ya al gran escritor que mezcla con habilidad sensaciones y referencias f¨ªsicas. Cuando escribe "una vez que se hubo apeado y echado al hombro el petate (...) el dolor que le causaba separarse de Janet le dej¨® anonadado" es puro Lowry; lo mismo que al cerrar una escena con esta frase: "Fuera retumbaban el mar y la oscuridad" consigue una sensualidad que cristaliza imperiosa y misteriosamente a la vez en la imaginaci¨®n del lector.
La posici¨®n extrema de Hilliot en este viaje est¨¢ perfectamente concentrada en este texto: "Oh, Jes¨²s. Estaba en un barco; era s¨®lo un sucio marinero que observaba el mar; nada m¨¢s. Un sucio marinero que no o¨ªa el susurro del agua corriendo por un jard¨ªn, sino la putrefacta agua de sentina que cala absurdamente por el flanco del barco". Cuando, gracias a una situaci¨®n muy bien contada (la muerte de la paloma) consigue encontrar la v¨ªa para que Andy lo reconozca, el caos de Hilliot se convierte en orden. Est¨¢ al principio del camino; a¨²n no se avista al c¨®nsul Firmin, cuyo hermano Hugh navegar¨ªa m¨¢s tarde en el Oedipus Tyrannus por decisi¨®n de Malcolm Lowry.
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