Artista
Cuenta historias que la mayor¨ªa de los asistentes no entiende por cuesti¨®n idiom¨¢tica -Adriana Calcanhotto canta en portugu¨¦s-, pero consigue tenerlos enganchados. Con una guitarra que toca con t¨¦cnica limitada y una voz que dif¨ªcilmente le alcanza para las exigencias de alguna melod¨ªa. Cabr¨ªa suponer que con esos mimbres m¨¢s bien escasos el resultado ser¨¢ mediocre. Nada de eso. Interviene la magia de la m¨²sica. Misteriosos arcanos de los grandes artistas. Y Adriana Calcanhotto lo es.
Que estaba muy contenta de estar aqu¨ª -admiti¨® burlona que lo dice en todos los lugares en los que se presenta- era m¨¢s que simple cortes¨ªa. Por fin, tras dos intentos fallidos, primera actuaci¨®n en Espa?a de quien gan¨® en abril el Premio de la M¨²sica al Artista Revelaci¨®n Latina.
Adriana Calcanhotto
Adriana Calcanhotto (voz y guitarra espa?ola). Calle 54. Madrid, 15 de julio.
Adriana Calcanhotto (Porto Alegre, 1965) firmaba sus primeros discos Calcanhoto -con una sola t, seg¨²n ella para no complicar la existencia a los periodistas- y sent¨ªa miedo y verg¨¹enza de mostrar sus composiciones. Ahora las ense?a. Y quien primero las suele escuchar es Maria Beth?nia. Calcanhotto es una magn¨ªfica compositora (Justo agora, Pelos ares...), aunque durante hora y media brind¨® canciones autor¨ªa de D¨¦, Bebel Gilberto y Cazuza (Mais feliz), el eterno Jobim (Ela ¨¦ carioca, Eu sei que vou te amar), Madonna (Music) o Manu Chao (Clandestino). Y hasta un impagable tributo a Almod¨®var -tambi¨¦n se pirra por la obra de Joan Brossa-, al que ya mencionaba en 1992 en su canci¨®n Esquadros' ("colores de Almod¨®var, colores de Frida Kahlo...").
Canta lo que le viene en gana. Y hace bien. S¨®lo dej¨® la guitarra para sacar un CD de su caja y colocarlo en un lector de compactos: arreciaron entonces los tambores sobre los que cant¨® Vamos comer, Caetano, humor¨ªstica y tierna visi¨®n de Caetano Veloso. Dice ignorarlo todo de la teor¨ªa musical y la armon¨ªa y confiesa su atracci¨®n por la ideolog¨ªa punk y John Cage. Tres acordes, sentido r¨ªtmico y unas letras que son poemas -de la propia Adriana o de Antonio Cicero o del fallecido Wally Salom?o- forman su bagaje. Con un timbre de voz delicado y agradable y una presencia discretamente seductora.
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