Un atentado suicida con un cami¨®n cisterna causa 9 muertos y 60 heridos en Bagdad
Un grupo de pistoleros asesina en la capital a un alto cargo del Ministerio de Defensa
Al menos nueve personas murieron y otras 60 resultaron heridas cuando un cami¨®n cisterna cargado de gasolina se empotr¨® a primera hora de la ma?ana contra una comisar¨ªa de Bagdad, en un nueva acci¨®n suicida contra los llamados colaboracionistas, los iraqu¨ªes que cooperan con las tropas norteamericanas en tareas de seguridad. Poco despu¨¦s se supo que el domingo, en Bagdad, un grupo de tres pistoleros asesin¨® a Isam Yazme Qasim, director general del Ministerio de Defensa, y que en el norte un camionero turco era asesinado y otro secuestrado.
Eran las ocho de la ma?ana bagdad¨ª (dos horas menos en la Espa?a peninsular). En la comisar¨ªa hab¨ªa un gran n¨²mero de agentes porque en ese momento se proced¨ªa al cambio de turno. De pronto, el cami¨®n cisterna se precipit¨® contra el edificio y la explosi¨®n convirti¨® en un infierno el lugar. "Est¨¢bamos todos en fila escuchando al oficial que nos relataba el orden del d¨ªa cuando se produjo el ataque", recuerda Med¨ª Sal¨¢ Abed Al¨ª, de 32 a?os, en el hospital en que se encuentra ingresado, seg¨²n informa la emisora brit¨¢nica BBC.
En las im¨¢genes mostradas por televisi¨®n puede verse el enorme cr¨¢ter que la explosi¨®n abri¨® en mitad de la calle; sin embargo, la sede de la comisar¨ªa no sufri¨® graves da?os. Seg¨²n el coronel norteamericano Bill Salter todo apunta a que se trata de un nuevo ataque suicida, en el que por primera vez se ha utilizado como bomba un cami¨®n cargado de fuel.
El ataque contra el alto funcionario del Ministerio de Defensa se produjo en la noche del domingo, cuando Qasim volv¨ªa a su casa. Tres hombres armados le abordaron y le dispararon a bocajarro, para despu¨¦s perderse en la noche de la capital. Los miembros del nuevo Gobierno interino iraqu¨ª, as¨ª como los funcionarios de mayor rango y los que colaboran con las fuerzas estadounidenses en Irak, se han convertido en uno de los principales objetivos de los insurgentes.
La semana pasada, el ministro de Justicia escap¨® vivo de un atentado con coche bomba en el que perecieron cinco de sus guardaespaldas. Otros funcionarios de menor rango, sin apenas medidas de seguridad, tuvieron peor suerte y perdieron la vida en otros atentados, entre ellos el gobernador de Mosul, la segunda ciudad del pa¨ªs, situada a unos 400 kil¨®metros al norte de Bagdad, y un alto funcionario del Ministerio de Industria y Minas.
Poco despu¨¦s del ataque contra la comisar¨ªa fue lanzada una granada contra la estaci¨®n de Al Salihiya, cercana al cuartel general de las tropas estadounidenses. No hubo que lamentar v¨ªctimas, pero estos ataques revelan, seg¨²n los expertos, que la insurgencia, lejos de calmarse con la hipot¨¦tica cesi¨®n de poderes al nuevo Gobierno iraqu¨ª, multiplica los m¨¦todos a su alcance para golpear a quienes colaboran con Washington.
Irak se ha dotado de nuevas leyes que permiten al Gobierno imponer la ley marcial o el toque de queda en ciertas zonas, adem¨¢s de dar mayor facilidad al establecimiento de controles para detener a los sospechosos. El primer ministro, Ayad Alaui, el m¨¢s duro de su Administraci¨®n, es partidario de restablecer la pena de muerte para poner freno a la insurgencia que ataca a diario por doquier.
Por otra parte, el conductor egipcio Mohamed Sayed al Gharbaui fue liberado ayer por su captores. Su empresa, de capital saud¨ª, hab¨ªa ofrecido 15.000 d¨®lares por su liberaci¨®n, pero no se sabe si medi¨® un pago para conseguir su libertad.
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