Samueles muy variados
Muy bien presentada, sin exageraciones, la corrida de la familia Flores fue siempre seria. Bien construida tanto de tipo como de cara. Los buenos, primero, segundo y quinto, por ser de triunfo; los malos, tercero y cuarto, por llevar el peligro en cada viaje. Y el sexto por complicado. En todo caso, corrida de atenci¨®n. Muy variada tambi¨¦n de comportamiento en varas. Desde el bravo segundo que derrib¨® con poder, al manso sexto que sali¨® suelto en cada encuentro con el caballo. El resto, cumpli¨®. Una nota com¨²n en casi todos ellos fue lo abantos que salieron de toriles, muy distraidos les cost¨® fijar la embestida con el capote.
Una faena distinguida, elegante, tambi¨¦n con un cierto acento de frialdad, la primera de ?ngel de la Rosa. Demasiado c¨®modo; f¨¢cil en exceso. Como si le faltara toro. La bondad de ese toro se subray¨® por el pit¨®n izquierdo. Por ese lado vivi¨® De la Rosa sus mejores momentos. La primera serie al natural tuvo calidad. Fue lo mejor. Enganchado el toro a media altura, no le sobraban las fuerzas, el resto de la faena pareci¨® m¨¢s flotante.
Flores / De la Rosa, Marcos, Alberto
Toros de la familia Flores, tres con el hierro de Agustina L¨®pez y el resto, 2?, 3? y 4?, con el de Samuel; bien presentados y desiguales de juego. ?ngel de la Rosa: -aviso-, entera trasera (oreja); dos pinchazos -aviso-, media estocada (saludos). Leandro Marcos: tres pinchazos -aviso-, otro m¨¢s (silencio); m¨¢s de media desprendida (dos vueltas con petici¨®n). Juan Alberto: siete pinchazos y casi entera baja (silencio); entera ca¨ªda (vuelta). Plaza de Valencia, 21 de julio. 5? de feria. Media entrada.
Una mole de peligro mat¨® en cuarto lugar. De largas y armoniosas hechuras, cort¨® y busc¨® por los dos pitones. Cumplidor aunque distraido en el caballo, sali¨® sin tocar en banderillas y ya no disimul¨® su condici¨®n. A tornillazo limpio por ambos lados, se asegur¨® la presa a la menor ocasi¨®n y se ceb¨® con ella. De la Rosa volvi¨® a nacer. El torero, sin descomponerse salv¨® la situaci¨®n con dignidad.
El detalle feo de escarbar no disminuy¨® puntuaci¨®n al segundo. Muy estiloso en varas, derrib¨® con pujanza en el primer encuentro. Con mucho aire en banderillas, apunt¨® alto sus posibilidades. Un empaque suelto de Leandro Marcos, sin resolver el problema de los terrenos y distancias, dej¨® al toro sin aprovechar. La faena se difumin¨® antes de ser un proyecto. Aliado con la suerte, Marcos mat¨® un toro muy manejable en quinto lugar. C¨®modo ese toro aunque no humillara, la faena no dej¨® de ser un boceto de trazo demasiado fino y debil. M¨¢s estimulado, que no m¨¢s comprometido, Marcos nunca abandon¨® la frontera del tercio. Est¨¦tico, pero poco profundo, con m¨¢s ruido que nueces.
Un peligro visible y sonoro desarroll¨® el tercero. Con mucho cuello, que se estiraba como un acorde¨®n cada vez que tomaba la muleta, puso en un duro trance a Juan Alberto. En varas y banderillas el de Samuel no escondi¨® sus prop¨®sitos y cogi¨® de mala manera a Montoli¨², aunque sin consecuencias. Juan Alberto no se acobard¨® ante el regalo, a pesar de alg¨²n susto y el trago amargo por el que pas¨®.
Decidido y valiente, sin abandonar la buena intenci¨®n de torear le anduvo Juan Alberto al sexto. Manso en el primer tercio, sembr¨® el caos en banderillas, y lleg¨® corto a la muleta. El toro le hizo pasar por un nuevo examen al joven espada. Los doblones de inicio tuvieron un acento de poder y decisi¨®n. Ya fuera del tercio se entreg¨® en una lucha sincera ante el toro. Sin brillantez, pero tratando de no salirse de la norma, Juan Alberto apunt¨® muy buenas intenciones. Super¨® la prueba.
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