?Por qu¨¦ confiar si los argentinos tienen 100.000 millones en el extranjero?

"?Por qu¨¦ deber¨ªamos volver a confiar nosotros si los argentinos mantienen su dinero en el extranjero?". Es la pregunta esperada y temida por los funcionarios del Ejecutivo argentino en cada audiencia con empresarios extranjeros, miembros de gobiernos que representan a los acreedores y representantes de los organismos multilaterales de cr¨¦dito. El ministro de Econom¨ªa, Roberto Lavagna, sabe que cuando uno de ellos comienza a decir: "Se?or ministro, ?por qu¨¦ deber¨ªamos volver a confiar nosotros si...?", no tendr¨¢ nunca una respuesta completamente satisfactoria para ellos. Los empresarios recurren a una excusa com¨²n: "?Por qu¨¦ no le pregunta a Kirchner? Cuando ¨¦l o Acevedo traigan lo de Santa Cruz, yo traigo lo m¨ªo".

En los meses previos a la cat¨¢strofe econ¨®mica de final de 2001, antes de que el ex ministro Domingo Cavallo decidiera montar primero el corralito a las cuentas a la vista y luego el corral¨®n a los dep¨®sitos a plazo y se limit¨® la retirada de fondos, los bancos ayudaron a sacar del pa¨ªs unos 18.000 millones de d¨®lares a los empresarios que ten¨ªan informaci¨®n privilegiada sobre lo que iba a suceder.

Entre 2002 y 2003 los fondos de argentinos en el exterior aumentaron en unos 8.000 millones de d¨®lares y suman ya 104.600 millones -la mayor¨ªa no declarados- en t¨ªtulos, acciones, dep¨®sitos en bancos extranjeros, cajas de seguridad y bienes inmuebles, seg¨²n el c¨¢lculo del Instituto Nacional de Estad¨ªsticas y Censos (Indec).

Ese mont¨®n suma seis veces las reservas internacionales del Banco Central y representa el 56% de la deuda p¨²blica estimada actualmente en unos 185.000 millones de d¨®lares. Sin considerar las inversiones de las empresas, el total de los fondos en el exterior equivale al 75% del Producto Interior Bruto.

Seg¨²n el Indec, "el an¨¢lisis demuestra que la constituci¨®n de esos activos en el exterior est¨¢ altamente concentrada en los per¨ªodos de inestabilidad financiera". Los consultores privados coinciden en que "despu¨¦s de todo lo que pas¨®" es muy dif¨ªcil que las empresas, argentinas o extranjeras, y los particulares traigan nuevamente el dinero al pa¨ªs. Las consecuencias est¨¢n a la vista: uno de cada dos argentinos es pobre y uno de cada tres est¨¢ desempleado. Mientras, el 10% m¨¢s rico de la poblaci¨®n se lleva el 44,5% de la renta nacional.