Mercado brilla ante el Armstrong vengador
Triunfo de etapa del granadino, que se impuso con astucia al experto en fugas Txente Garc¨ªa Acosta
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Unos d¨ªas antes del pen¨²ltimo domingo de julio de 1989, cuando pensaba, err¨®neamente, que su tercer Tour era cosa hecha, Laurent Fignon coment¨® a sus amigos que el a?o siguiente no volver¨ªa. "Me he fijado el objetivo de tres, y ahora que los tengo, me da mucha pereza pensar en un cuarto. Mi cabeza ya no acepta un cambio de planes". Desgraciadamente para el franc¨¦s, la cabeza de Greg LeMond s¨ª que aceptaba lo imprevisible. El americano le priv¨® el ¨²ltimo d¨ªa -por 8s- de su tercer Tour. A Fignon no le qued¨® m¨¢s remedio que volver al Tour varios a?os m¨¢s. Nunca gan¨® el tercero. A Samuel Abt, de The New York Times -28 Tours en sus viejas espaldas- un directivo del Tour le ha dicho que Armstrong les ha anunciado que el a?o pr¨®ximo no vuelve, que se ha fijado en la cabeza seis, que ya lo ha asegurado, que ya va para 33 a?os y que le da pereza intentar ganar siete.
Al italiano se le peg¨® en la chepa el jefe de amarillo y lo persegui¨® hasta los seis fugados
El ganador no cen¨® el jueves por el dolor de tripa y los retortijones y pens¨® en abandonar
Aleluya, grit¨® Filippo Simeoni cuando se lo contaron. Aleluya, grit¨® medio pelot¨®n cuando lo leyeron. Qu¨¦ pena, dijo Juanmi Mercado, que gan¨® la etapa ayer, el d¨ªa de Lance el justiciero.
"Puede el pelot¨®n dormir tranquilo, Lance vigila", dir¨ªa con voz rimbombante el tr¨¢iler publicitario de la pel¨ªcula, que podr¨ªa titularse Lance el magn¨¢nimo, otro atributo que le introduce a¨²n m¨¢s en la sustancia de dios.
Era el ¨²ltimo d¨ªa de libertad del Tour, el primero en el que los pobres, los caza etapas, pod¨ªan contar como suyo despu¨¦s de la penosa traves¨ªa de los Alpes. Ocho organizaron el corte desde el principio, pero a Nicolas Jalabert, del Phonak, y a otro se les ocurri¨® pinchar y descolgarse. Pino, furioso, primario, conden¨® entonces a su Phonak a perseguir a los seis fugados, castigo por no estar. Persiguieron, pero no cazaron. Y en un momento de par¨®n, Simeoni, el malo, el peligro p¨²blico, el ciclista arrepentido que denunci¨® ante jueces y polic¨ªas las andanzas dopantes de Michele Ferrari, el Mito, el amigo de Armstrong, intent¨® fugarse del anonimato. Si hubieran estado en ese momento al frente los carteros de Armstrong, que clavan en sus habitaciones, junto a las fotos de los m¨¢s peligrosos periodistas, la del pobre Simeoni bajo el letrero Wanted, nada habr¨ªa pasado. Aceler¨®n del tempo y captura de Filippo. Estaban los de Pino, pero suerte que nada, ni una hoja, se mueve sin que el gran ojo de Armstrong lo note. A Simeoni se le peg¨® en la chepa el gran jefe de amarillo. Lo persigui¨® hasta donde los seis fugados -la cr¨¨me de la cr¨¨me de la especialidad: Txente y Flecha junto a los novatos Joly, Mercado, Lotz y Fofonov-, se marc¨® una de exhibici¨®n con sus relevos, contribuy¨® a que la fuga pasara de dos minutos sobre un estupefacto pelot¨®n que no se movi¨® hasta que Ullrich recobr¨® el pulso, negoci¨® la rendici¨®n del villano y lo devolvi¨® al redil. Ni el can¨ªbal Merckx, ni el m¨¢s furioso de los Hinault, que era muy bruto y ten¨ªa muchas man¨ªas, y era bastante patr¨®n, ni Fignon, que escup¨ªa a quien le ca¨ªa mal, hab¨ªan llegado a ese nivel de engreimiento, de humillaci¨®n hacia los disidentes.
Juanmi Mercado es muy listo. Juanmi Mercado, granadino de Armilla, 26 a?os y siete de profesional, autor de brillantes destellos en los Lagos de Covadonga o en aisladas etapas de monta?a, tiene una inteligencia de la astucia fuera de lo normal. Juanmi Mercado es un escalador al que le vienen grandes los etapones pirenaicos y alpinos y al que el jueves por la tarde, despu¨¦s de la etapa del Glandon le dol¨ªa tanto la tripa, ten¨ªa tales retortijones que ni cen¨® y hasta pens¨® en abandonar. Pero por la ma?ana ya le entr¨® el desayuno y en vez de amargarse viendo la lluvia que cal¨® al Tour en la salida, se anim¨® y se infiltr¨® en la fuga triunfante. All¨ª, llegado el momento decisivo, se expres¨® con contundencia. Dos veces la gan¨® por la mano a Txente, al potente Txente Garc¨ªa Acosta, al mulo de Tafalla, a uno de los olfatos m¨¢s desarrollados del pelot¨®n. La primera vez fue a 15 kil¨®metros de la llegada, en el ¨²ltimo repecho digno, cuando se anticip¨® por metros al movimiento de Garc¨ªa Acosta. Arranc¨® primero Mercado y a Txente, que sabe que s¨®lo puede ganar si llega solo, le fastidi¨® el d¨ªa. No por eso dej¨® de intentarlo. Arranc¨® un poco m¨¢s tarde, despu¨¦s de encelar a su amigo Flecha, y se fue con Mercado. Y como por detr¨¢s no se rindieron, no se pegaron y entraron a relevos, por delante no se pudieron relajar. Relevos tremendos de Txente, m¨¢s t¨ªmidos de Mercado, respondiendo de mala gana al vozarr¨®n exigente del navarro. Todo el pen¨²ltimo kil¨®metro lo hizo Txente, y tambi¨¦n casi todo el ¨²ltimo. Y ah¨ª estaba, el veterano, el sabio, el hombre de los nueve Tours y una victoria de etapa, por delante del agudo Mercado en los ¨²ltimos metros. Y all¨ª salt¨® Mercado, ganando con su gran fuerza explosiva los metros suficientes para ilustrarse por primera vez en el Tour.

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