Los dos sombreros de Gilberto Gil

En una larga entrevista a la revista Veja, el ministro de Cultura y cantautor brasile?o, Gilberto Gil, abre su alma y se confiesa. Dice que ha dejado de fumar marijuana, pero que est¨¢ a favor de la liberalizaci¨®n de las drogas, que deben ser tratadas como medicinas. Comenta que, al contrario que su hija Preta, que de mayor se ha hecho evang¨¦lica, ¨¦l naci¨® creyente y hoy es cada d¨ªa m¨¢s agn¨®stico, aunque se aplica el dicho "hasta a quien no tiene fe, la fe suele acompa?arle". Se reconoce una persona ingenua, de agresividad escondida, que es incapaz de decir tacos y s¨®lo sabe dar pu?etazos sobre la mesa. Reconoce que la hipocresia es imprescindible para un ministro, necesaria a la convivencia, y que ¨¦l hace uso de la hipocres¨ªa "a todas horas". Revela que ya es menos fan¨¢tico en su dieta macrobi¨®tica y recuerda que una vez, invitado a comer por el entonces presidente de la Rep¨²blica, Fernando Henrique Cardoso, se llev¨® su marmita con alb¨®ndigas de arroz integral. Cardoso le dijo que ¨¦l com¨ªa hasta callos. Y a la pregunta de c¨®mo puede vivir las dos vidas de artista y de ministro a la vez, responde que es como usar dos sombreros y que le resultar¨¢ f¨¢cil cambiar el sombrero de ministro- "bastar¨¢ con que me quite el traje y la corbata, tome la guitarra y suba a un palco a cantar". ?Su mayor dolor? Haber tenido que cesar en el ministerio, por corrupci¨®n, a un amigo de la infancia.-