Un instrumento novedoso
A finales de 2002, la publicaci¨®n de la denominada Ley Financiera, y en febrero de este a?o el real decreto sobre cuotas participativas, establecieron el marco regulatorio definitivo de las cuotas participativas. Un instrumento ya contemplado en la legislaci¨®n financiera espa?ola desde 1988, pero sobre el que exist¨ªan numerosas lagunas relativas a su emisi¨®n y c¨®mputo como recursos propios, lo que hab¨ªa provocado que ninguna caja de ahorros se hubiese decidido a utilizarlas.
En el desarrollo de su actividad, las entidades financieras deben disponer de recursos propios que respalden los riesgos en los que incurren como consecuencia de las inversiones o los pr¨¦stamos que conceden, lo que condiciona sus niveles de solvencia. Mientras los bancos disponen de accionistas y pueden aumentar sus recursos propios mediante ampliaciones de capital, las cajas ven c¨®mo sus ritmos de capitalizaci¨®n est¨¢n supeditados a la evoluci¨®n de sus beneficios como base para la dotaci¨®n de reservas.
Las cuotas permiten a las cajas mantener sus ritmos de inversi¨®n y crecimiento con altos niveles de solvencia
Para paliar esta situaci¨®n, las cajas recurrieron a la emisi¨®n de t¨ªtulos como deuda subordinada o participaciones preferentes que con ciertos l¨ªmites ten¨ªan la consideraci¨®n de recursos propios. A medida que estas v¨ªas se han ido agotando en algunas entidades al aproximarse a su l¨ªmite de c¨®mputo, se retoma el inter¨¦s por las cuotas participativas.
Se trata, por lo tanto, de t¨ªtulos que emitidos por una caja de ahorros pasan a formar parte de sus recursos propios b¨¢sicos, lo que les permite mantener sus ritmos de inversi¨®n y crecimiento garantizando unos niveles de solvencia adecuados a un entorno cada vez m¨¢s complejo. Necesidad que se acrecienta si consideramos que los cambios contables incorporados por las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC's) para el ejercicio 2005 generar¨¢n mayores dosis de volatilidad en los resultados de las entidades financieras.
Otra caracter¨ªstica es que se constituyen como valores negociables, es decir, que cotizar¨¢n en mercados organizados como la Bolsa. Esto las dota de liquidez, al tiempo que permite que la gesti¨®n de las entidades se someta al escrutinio de los mercados. El grado de aprobaci¨®n que los inversores otorguen a la gesti¨®n y estrategia de cada caja quedar¨¢ reflejado en la evoluci¨®n de la cotizaci¨®n de sus cuotas participativas.
Sin derechos pol¨ªticos
Aunque, hasta ahora, las caracter¨ªsticas definidas nos podr¨ªan llevar a pensar que estamos ante un instrumento asimilable a las acciones, existe con respecto a ¨¦stas una diferencia significativa. Las cuotas no otorgan ning¨²n derecho pol¨ªtico a sus titulares, salvaguardando la actual forma jur¨ªdica de las cajas de ahorros, hasta el extremo de que la ley contempla la amortizaci¨®n autom¨¢tica de las cuotas si un cambio normativo les otorgase derechos pol¨ªticos.
Los ¨²nicos derechos que confieren estos t¨ªtulos a sus tenedores son de car¨¢cter econ¨®mico, siendo el m¨¢s destacable la participaci¨®n en los beneficios de la entidad en el porcentaje que supone el volumen de cuotas emitidas sobre el total de recursos propios. Esta participaci¨®n en beneficios abre una v¨ªa para lograr una mayor fidelizaci¨®n del cliente al ofrec¨¦rsele una alternativa de colocaci¨®n de sus ahorros vinculada a la evoluci¨®n de la entidad.
Otras caracter¨ªsticas a tener en cuenta son el establecimiento de l¨ªmites a la titularidad, de manera que una misma persona f¨ªsica o jur¨ªdica no podr¨¢ ostentar directa o indirectamente un importe superior al 5% del total de cuotas vigentes; son t¨ªtulos nominativos que se desembolsar¨¢n ¨ªntegramente en el momento de la suscripci¨®n, y su duraci¨®n es indefinida.
En definitiva, un instrumento novedoso que facilita a las cajas de ahorro obtener recursos propios sin perder su forma jur¨ªdica, y que pone a disposici¨®n del ahorrador un producto en el que colocar sus ahorros. Un instrumento financiero que adquiere relevancia estrat¨¦gica para las cajas al abrir una importante v¨ªa para seguir avanzando en un crecimiento s¨®lido.
Javier Garc¨ªa de Paredes es secretario general de Caixa Galicia.
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