Volando
Vitoria tiene tradici¨®n aeron¨¢utica, es volandera, y "ama" las alturas. Por descontado. Ah¨ª est¨¢ el vuelo torpe de Celed¨®n un par de veces al a?o, y a Juanito Oiarzabal, el de los ocho-miles, perdido este a?o en Zaragoza. (Mejor que perderse en el K-2. "?Y Juanito? -cuenta el periodista Rafael Carbonell-. Ni rastro de Oiarzabal. Pasa una hora, pasan dos, y Juanito no aparece. La noche es muy fr¨ªa y a esta altitud, en esta brutal y a¨¦rea arista, la monta?a atrapa a los alpinistas como a corderos". Apareci¨®, por fortuna, y est¨¢ dulcemente perdido en Zaragoza.) Pero no es el ¨²nico. Tambi¨¦n gustaba de las alturas Atxo Apell¨¢niz; y conf¨ªo que las nieves le conserven en una eterna juventud. Qued¨® en el Himalaya, ¨¦l s¨ª. A veces, como dice Aute, es preferible tocar fondo en la basura, que, a pesar de lo que se dice, por las alturas, las nieves son negras. Pero, a lo que iba, las alturas nos van.
Foronda fue saboteado con miseria por los foralistas de Vizcaya
Y el volar. Vitoria tuvo aer¨®dromo desde principios del XX. Lo tuvo en el "Campo de Lacua" (hoy horadada por innumerables casas de pisos y un parque en la zona llamada Lakua). A ¨¦l vinieron los donostiarras Ameztoy, M¨²jica y Azcona (A.-M.-A.) a probar su prototipo AMA. No tuvo gran ¨¦xito, la verdad. Pero dej¨® perplejos a los j¨®venes vitorianos Heraclio Alfaro (nieto de Fournier), Ram¨®n Ciria, Ignacio Hidalgo de Cisneros y Jos¨¦ Mart¨ªnez de Arag¨®n. Tambi¨¦n ellos construyeron un excelente prototipo planeador: el ACHA (de A.-C.-H.-A., por no incluir el vulgar Mart¨ªnez; y no "hacha", como requer¨ªa alguno). Ciria lo prob¨® desde la colina "La Sart¨¦n" (?el "Monte de la Tortilla"?) Se escuajering¨® contra el suelo. Ciria no pas¨® de las contusiones. Sin des¨¢nimo, planearon el ACHA II. En fin, de aquella aventura juvenil result¨® salir el general de aviaci¨®n Ignacio Hidalgo de Cisneros, conspirador con Ram¨®n Franco en Cuatro Vientos a favor de la Rep¨²blica, y, luego, jefe de las Fuerzas A¨¦reas Republicanas con Negr¨ªn durante la Guerra de 1936, exiliado en Mosc¨², etc.
Claro que en 1936 el Campo de Lacua hab¨ªa quedado viejo. Se cambi¨® de ubicaci¨®n. Se construy¨® un aer¨®dromo en Salburua, en las afueras de Vitoria, a base de yuntas de bueyes y piedras de una cantera cercana. Result¨® operativo, y desde ¨¦l maniobr¨® el EM de Emilio Mola (instalado en la Escuela de Artes y Oficios de Gasteiz). Desde ¨¦l se coordin¨® el bombardeo sobre Gernika y los realizados sobre el Bilbao republicano. Luego, mucho despu¨¦s, se transform¨® en la "Campa de Salburua", desde donde a?o tras a?o ¨ªbamos teniendo noticia de la evoluci¨®n emocional del PNV. Discurso a discurso.
Queda como ¨²ltimo episodio el infrautilizado aeropuerto de Foronda. El mayor puerto pesquero de la Pen¨ªnsula, cuando pudo ser el "aeropuerto del norte", saboteado con miseria por los foralistas de Vizcaya, admitido por el GV.
La aeron¨¢utica no ha sido tema inocente en Vitoria. Hay hoy en Vitoria muchos aficionados a volar. Los conozco y es gente m¨¢s que excelente. Pero lo de la Patrulla ?guila fue un tonto desliz de regidor ne¨®fito. ?C¨®mo no confundirlo con una actividad militar? A cada ciudad lo suyo. Aqu¨ª el Ej¨¦rcito deber¨¢ volar con un paraguas, si hace falta montado en la ca?a si no tienen otra habilidad (Por mi parte, puedo hablar con Jacinto; tengo mano con ¨¦l.) Cualquier otra cosa, est¨¢ de m¨¢s.
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