Copago
Una palabra fea, desagradable y traidora se infiltra: copago. Significa pagar juntos, y se refiere a las medicinas de la Seguridad Social. El euro catal¨¢n, ahora disimulado, a la espera, que habr¨ªa de darse en cada visita m¨¦dica. La defienden bravos economistas, fieles escritores, legendarios hombres sociales. No tienen raz¨®n. Su argumento es que se trata de un despilfarro: la persona abusa de todo lo gratuito. Y arruina al Estado, que dicen que somos todos, con medicaciones in¨²tiles. Primero, el ciudadano no se receta, sino que lo hace un m¨¦dico acreditado y asalariado de la Seguridad Social: si da m¨¢s de lo debido, ser¨¢ ¨¦l quien tendr¨¢ que dar cuentas. Segundo, el ciudadano viene pagando, para ello y para sus pensiones futuras o presentes, una parte de su sueldo, y otra la paga su empresario: ya est¨¢. Es tan antiguo como las mutuas, que se suprimieron con la Seguridad Social de Franco. Cuando se dice que se privaticen pensiones y seguros m¨¦dicos, se supone que lo que pague el individuo se atesora en los bancos para atender a todos cuando lo necesiten: sin copago. Tercero, si se pone una cantidad m¨¢s de copago, pasar¨¢ como con los impuestos indirectos: que cada uno paga lo mismo sea cual sea su ingreso, y ser¨¢ injusto. Cuarto, en la compra de los medicamentos, salvo en jubilados, hace tiempo que se abona una parte, y se consider¨® que era una disuasi¨®n del abuso.
As¨ª que, si se siguen reclamando disuasiones, habr¨¢ un tiempo en que el enfermo pague la totalidad del producto; y en un estado del absurdo quiz¨¢ se obligue a pagar m¨¢s al afiliado que al espont¨¢neo. Es parte de la destrucci¨®n de lo que llaman "Estado de bienestar", una promesa del capitalismo -como la "civilizaci¨®n del ocio", ?se recuerda?-, para enfrentarse con los pa¨ªses comunistas, o las promesas comunistas, y las socialistas de cuando eran marxistas o emparentados. Desaparecidos los comunistas -o en v¨ªas de destrozo: la creaci¨®n de la miseria en Cuba- o los socialismos reales -la muerte de Allende y el triunfo de Pinochet; la conversi¨®n del venezolano Ch¨¢vez en terrorista-, el sistema no necesita luchar contra la concurrencia, o no tiene competencia. No es que ni siquiera se piense en nacionalizar los laboratorios, incluyendo las farmacias: es que se va quitando lo conseguido. Con luchas, revoluciones, barricadas.
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