La ¨²ltima 'perla' de Janis Joplin
'Pearl', de febrero de 1971, es el ¨²ltimo LP que grab¨® la cantante. A partir de ma?ana, EL PA?S lo ofrece por 5,95 euros.
Janis muri¨® cuando estaba elaborando este disco. Contiene su n¨²mero uno, Me and Bobby McGhee, m¨¢s temas tan populares como Mercedes Benz, Cry baby o Get it while you can. La presente reedici¨®n en CD suma cuatro piezas live: 24 minutos de la Joplin en su elemento, actuando en directo.
Cada poco, surge en el mundo del rock una pretendiente a "la nueva Joplin". Ni modo: tras Janis, se rompe el molde. Se puede, cierto, imitar su desgarro vocal, su visceralidad interpretativa. Pero estamos hablando de una figura que funde vida y arte. Ella bebe sin freno, devora todas las drogas, hace el amor con hombres y mujeres. Es un producto de la represi¨®n de su estado natal, Tejas, y de la liberaci¨®n de costumbres que universaliza su ciudad adoptiva, San Francisco. Nacida el 19 de enero de 1943 en la ciudad petrolera de Port Arthur, pronto se sabe diferente en unas latitudes que exigen la conformidad. Sufre humillaciones: en el peri¨®dico de la Universidad de Austin es propuesta como candidata al t¨ªtulo de "chico m¨¢s feo del campus". Pero conecta con la semiclandestina bohemia local, donde descubre que puede cantar folk y blues en la onda de Odetta. Incertidumbre: oscila entre la adici¨®n a las anfetaminas y el arrepentimiento, el deseo de una vida "normal". Gana el tir¨®n de la vida salvaje. En 1965, est¨¢ en San Francisco, espectadora y protagonista de la transformaci¨®n de los beats en los hippies. Encabeza Big Brother & the Holding Company, grupo err¨¢tico pero distinguido por su desinhibida cantante. En el Festival de Monterrey, Janis y sus chicos hirsutos arrasan: consiguen un manager -Albert Grossman, el representante de Dylan- y son fichados por Clive Davies, que est¨¢ convirtiendo a CBS en una corporaci¨®n abierta al rock. Hay oro pero cuesta extraerlo: el disco de consagraci¨®n es Cheap thrills (1968), un falso directo con memorable portada de Robert Crumb. No es Janis una hippy ejemplar: le gusta derrochar dinero y rompe el principio de solidaridad comunal al independizarse de Big Brother a finales del 68. El patito feo ha ganado en autoestima y sabe manejar a los medios, que usa para filtrar sus encuentros amorosos (es m¨¢s discreta cuando se va a la cama con mujeres). Ejerce de s¨ªmbolo: la cantante de vida candente, que intercala parlamentos en sus canciones sobre el sexo y el amor, siempre pregonando el carpe diem.
Ya como solista, da un patinazo. Se estrena con I got dem ol' kozmic blues again mama (1969), LP estridente y embarullado. Rectifica, prescindiendo de la banda de metales que ha sido su lujoso respaldo. En 1970, vuelve a cantar con Big Brother antes de rodearse de la Full-Tilt Boggie Band, un apretado quinteto sin pretensiones. Con ellos act¨²a durante primavera y verano, poni¨¦ndose a punto para empezar a grabar en septiembre, en un estudio de Hollywood. El 4 de octubre, el disco ya llega a su tramo final. Todo el mundo est¨¢ euf¨®rico y Janis lo celebra a su modo. Se ha citado en su habitaci¨®n del Landmark Hotel con su ¨²ltimo novio y con su novia m¨¢s fiel. Ninguno aparece y se inyecta hero¨ªna de gran pureza, llegada a California por la "ruta de Vietnam", en transportes militares. Ha sobrevivido a otras sobredosis pero ¨¦sta resulta fatal, nadie est¨¢ presente para ayudarla. Es incinerada tres d¨ªas despu¨¦s y sus cenizas, dispersadas desde un avi¨®n, sobre la costa de Marin County. El productor, Paul A. Rothchild, y sus afligidos m¨²sicos completan Pearl, bautizado as¨ª por ser uno de los apodos de Janis. Se trata de su LP m¨¢s s¨®lido y, aparte de las pulsiones sentimentales, eso explica que sea n¨²mero uno durante nueve semanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.