"No me queda nada por ganar y no me obsesiona batir r¨¦cords"
Michael Phelps tiene su reto estratosf¨¦rico de intentar superar las siete medallas de oro de Mark Spitz en M¨²nich 72, pero no ser¨¢ el ¨²nico que puede asombrar en el Centro Acu¨¢tico del parque ol¨ªmpico de Oaka. De sus aguas puede surgir a¨²n m¨¢s leyenda. Y no s¨®lo de otras estrellas j¨®venes como el australiano Ian Thorpe o el holand¨¦s Pieter van den Hoogenband (PVH). Tambi¨¦n del ilustr¨ªsimo veterano, el gran zar de la nataci¨®n, el ruso Alexander Popov (Sverdlosk, 1971). Cerca ya de los 33 a?os, el velocista de tantas ¨¦pocas gloriosas, llega a Atenas con sus nueve medallas desde Barcelona 92, r¨¦cord absoluto de los participantes. Y sobre todo, con sus dobles t¨ªtulos ol¨ªmpicos en 50 y 100 metros libres conseguidos en la cita barcelonesa, donde acab¨® con el dominio estadounidense, y en Atlanta cuatro a?os m¨¢s tarde, tras quitar en 1994 el r¨¦cord mundial de 100 a Matt Biondi.
"No entreno tanto como antes y estoy disfrutando de la nataci¨®n desde un punto de vista no tan competitivo. Para m¨ª es un verdadero placer"
El zar de la nataci¨®n, de 32 a?os, suma 29 medallas de oro entre Juegos, Mundiales y Europeos y dos dobletes ol¨ªmpicos en 50 y 100 metros libres
Se convirti¨® as¨ª en el primer nadador, despu¨¦s del m¨ªtico Tarz¨¢n, Johnny Weismuller, que conserv¨® su oro ol¨ªmpico del hect¨®metro. Pero PVH le rompi¨® la racha que pod¨ªa haber sido a¨²n m¨¢s hist¨®rica en Sidney 2000. "Ganando un t¨ªtulo ol¨ªmpico eres conocido", dijo antes de los Juegos australianos. "Venciendo en dos te conviertes en una celebridad, pero si ganas en tres Juegos diferentes, entras en la historia". Y lo asombroso es que ahora, en Atenas, en sus cuartos Juegos, a¨²n tiene posibilidades, aunque no se plantea retos fijos, porque dice haberlo ganado todo. Pero ya se recuper¨® en 2003 del varapalo ol¨ªmpico y se veng¨® con sus nuevos ¨¦xitos en 50 y 100 en los Mundiales de Barcelona, su ciudad m¨¢gica.
Popov, el gigante de dos metros y 90 kilos, siempre vuelve, parece decir. Su calidad como atleta, tras revolucionar el estilo libre con sus enormes brazos, corre pareja con su equilibrio como persona. Hablando con ¨¦l se aprecia una filosof¨ªa de vida pausada, realista, preparada para la victoria, pero tambi¨¦n para la derrota. Es parco en palabras, muy parco, a veces cr¨ªptico, y tan serio, tan seguro, que parece aburrido. Pero tambi¨¦n sonr¨ªe a veces y s¨®lo se enfada cuando se le recuerda su agresi¨®n, un navajazo en el est¨®mago en un mercado de Mosc¨² despu¨¦s de los Juegos de Atlanta. Perdi¨® siete kilos de m¨²sculos, pero al a?o siguiente gan¨® el cuatro t¨ªtulo europeo de 100m y en 1998 conserv¨® el mundial. Un resucitado al que le sigue gustando la nataci¨®n y por eso sigue en ella, aunque ha ganado tanto, 29 medallas de oro entre Juegos Ol¨ªmpicos, Campeonatos del Mundo y de Europa, que no se plantea retos. No los necesita. Por eso es quiz¨¢ m¨¢s peligroso para sus rivales. Ha llegado al punto incre¨ªble de comportarse como un principiante que no tiene nada que perder.
Popov fue "para entrenarse" a los Europeos de Madrid, en mayo, de cara a las pruebas de clasificaci¨®n de su pa¨ªs y s¨®lo particip¨® en 50 metros, porque hacer tambi¨¦n los 100 "era demasiado para mi edad", dijo. Y volvi¨® a asombrar. Se meti¨® en la final con el octavo y ¨²ltimo tiempo, pero al d¨ªa siguiente gan¨®. Fue su vig¨¦simo t¨ªtulo europeo y apenas le dio importancia: "No aspiraba a ganarlo, pero he sido muy r¨¢pido", dijo, simplemente.
Pregunta. ?Le queda algo por ganar ?
Respuesta. No, no hay nada que no haya ganado.
P. Pero s¨ª batir r¨¦cords, como ganar m¨¢s medallas ol¨ªmpicas, o repetir el doblete en 50 y 100 libres.
R. No me quiero obsesionar con eso. Hay muchas m¨¢s cosas en la vida, m¨¢s metas.
P. ?Cu¨¢l es la victoria que m¨¢s valora?
R. Ninguna en especial m¨¢s que otra. Todas.
P. ?Por qu¨¦ sigue nadando?
R. Porque me gusta much¨ªsimo. No entreno tanto como antes y estoy disfrutando de la nataci¨®n desde un punto de vista no tan competitivo. Para m¨ª es un verdadero placer. Nado ocho kil¨®metros al d¨ªa, en dos sesiones, durante cuatro horas.
P. ?Y eso ya la suced¨ªa antes de los Mundiales de Barcelona?
R. Un a?o antes cambi¨¦ mi forma de entrenarme.
P. ?Gan¨® usted o perdi¨® Van den Hoogenband, que declar¨® despu¨¦s estar enfermo?
R. Nadar bien depende de muchos factores. De c¨®mo hayas dormido, de c¨®mo te haya sentado la comida... Pero Pieter es un gran nadador.
P. ?Y ahora en Atenas, qu¨¦ espera?
R. Lo mismo. Nunca se sabe lo que puede pasar.
P. ?Cree que lograr¨¢ su reto Phelps?
R. Es muy dif¨ªcil. Influir¨¢n muchas cosas. Tambi¨¦n el cansancio.
P. Y Thorpe.
R. Son dos grandes nadadores. Ya digo, depende del d¨ªa, del momento...
P. ?Es siempre tan tranquilo?
R. Perder el control es perder energ¨ªa, as¨ª que no es inteligente.
P. ?Se retirar¨¢ despu¨¦s de Atenas definitivamente?
R. Por lo menos voy a descansar. Me quiero mantener en activo hasta que un d¨ªa decida terminar y entonces ser¨¢ como pasar la p¨¢gina de un libro.
P. Tambi¨¦n quer¨ªa ser presidente de la Federaci¨®n Rusa de Nataci¨®n, pero perdi¨® las recientes elecciones aun estando apoyado por los nuevos m¨¢ximos dirigentes del deporte de su pa¨ªs.
R. Hay veces en la vida que se pierde. S¨®lo lo preparamos en dos semanas y no dio tiempo. Pero soy ya un corredor de fondo, pese a ser velocista, y aunque ha habido un ganador yo soy el que viene detr¨¢s empujando. Hacen falta cambios, como est¨¢ pasando en el pa¨ªs.
P. ?Han sido siempre buenas sus relaciones con la federaci¨®n a pesar de vivir en Australia, primero, y ahora en Suiza?
R. S¨ª, sin ning¨²n problema.
P. ?Qu¨¦ le ha aportado entrar en 1999 como miembro del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional?
R. A lo mejor no tanta confianza, pero s¨ª mucha m¨¢s motivaci¨®n. Es muy importante para todo el mundo, no s¨®lo para los atletas.
P. ?Empez¨® desde ni?o en nataci¨®n o hizo alg¨²n otro deporte?
R. No, siempre nataci¨®n.
P. ?Le dirigieron a ella?
R. Bueno, tuve que aprender a nadar y lo hice primero al aire libre, en r¨ªos y lagos, por donde nac¨ª, en Sverdlosk, en los Urales, 2.000 kil¨®metros al Este de Mosc¨². Luego, en 1989, fui a la Universidad en Volgogrado y all¨ª ya empec¨¦ m¨¢s en serio.
P. ?Siempre ha nadado estilo libre?
R. Empec¨¦ en espalda, pero me necesitaron una vez para el relevo en libre y lo hac¨ªa mejor.
P. ?La agresi¨®n de 1996 cambi¨® su vida?
R. No, son cosas que pueden pasar en Mosc¨², en Atenas, en Londres, en Madrid o en cualquier parte.
P. ?Le pas¨® por ser una figura conocida?
R. No. ?Es alguna ciudad segura para cualquiera en un momento determinado? Te puede pasar y mala suerte.
P. ?Por qu¨¦ se fue a Australia en 1993?
R. Siguiendo a mi entrenador, Guennadi Turetski. All¨ª hab¨ªa las mejores condiciones para entrenar porque con el cambio pol¨ªtico en Rusia era muy complicado prepararse.
P. Siempre ha seguido a Turetski.
R. He estado 14 a?os con ¨¦l...
P. ?Y el marcharse de Australia tambi¨¦n fue porque ¨¦l se fue?
R. Tambi¨¦n influy¨®. Pero estoy encantado en Suiza. Y mi familia. Ah¨ª seguir¨¦ trabajando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.