Prohibido tocar el mar

En Andaluc¨ªa hay 226 playas, seg¨²n la Consejer¨ªa de Salud. Un discapacitado no puede disfrutar plenamente de pr¨¢cticamente ninguna de ellas. Eso es lo que demuestran los primeros datos de un estudio sobre la accesibilidad del litoral andaluz que est¨¢ llevando a cabo un grupo de estudiantes de ortoprot¨¦sica de Sevilla en colaboraci¨®n con la Confederaci¨®n Andaluza de Discapacitados (CANF). El trabajo pone de manifiesto diferencias entre los servicios que los ayuntamientos afirman tener y la realidad.

Para los cerca de 700.000 discapacitados andaluces, m¨¢s los visitantes que acuden a la costa en verano, la playa se ha convertido en una gran barrera arquitect¨®nica. El estudio, denominado Playa Ideal, cuenta con diez voluntarios que, desde el 26 de junio, cada fin de semana, se tiran a la carretera para visitar cada uno de los 586 kil¨®metros del litoral andaluz y comprobar in situ los obst¨¢culos que tiene que superar a diario las personas con minusval¨ªas.

El trabajo revela que los ayuntamientos mienten sobre sus equipamientos

"Nunca antes se hab¨ªa hecho un trabajo exhaustivo de las condiciones de accesibilidad en el litoral andaluz", afirma Miguel del Estal, coordinador del grupo. A falta de patearse, bol¨ªgrafo en mano, los paseos mar¨ªtimos de Granada y Almer¨ªa, los voluntarios afirman que todas las playas tienen las mismas carencias. Las costas que aprueban por los pelos caben en los dedos de una mano. Entre ellas, La Victoria y el municipio de Chipiona (C¨¢diz) y Punta Umbr¨ªa (Huelva). En la Costa del Sol s¨®lo se salva Sabinillas, en Manilva. Los investigadores han sustituido la cl¨¢sica valoraci¨®n de estrellas por la de sombrillas, con un m¨¢ximo de diez. Ninguna de las mejores andaluzas superar¨ªa las cinco.

Sin embargo, los ayuntamientos venden que sus playas est¨¢n bien preparadas. Cada visita va precedida de una entrevista con los responsables locales. Irene Salas se encarga de hacerles las preguntas. "La pintan bastante bien, pero cuando venimos y vemos lo que hay, no encontramos ni la tercera parte de lo que dicen", afirma.

Los voluntarios destacan que no se act¨²a correctamente porque se desconoce qu¨¦ es exactamente la accesibilidad. Una rampa y un vestuario no bastan si el discapacitado tiene que hundirse en la arena para llegar hasta ellos.

Otro de los motivos de que la playa se convierta en obst¨¢culo lo plantea Francisco Lorenzo L¨®pez, director de accesibilidad de la Fundaci¨®n ONCE en Granada. "La Direcci¨®n General de Costas asume la eliminaci¨®n de las barreras, pero su mantenimiento queda para los ayuntamientos. Algunos lo asumen con garant¨ªas y otros dejan que ¨¦stas se deterioren, con lo que el tiempo las hace inservibles", afirma. Para L¨®pez, tambi¨¦n es importante la concienciaci¨®n. "Se dan casos en los que se usan las pasarelas de madera en las hogueras de San Juan o en chiringuitos", se?ala.

El trabajo de campo concluir¨¢ el 19 de septiembre. Los datos ser¨¢n presentados entre el 24 y el 26 de noviembre en un congreso ortop¨¦dico en Madrid. La intenci¨®n final del proyecto es dise?ar para cada ayuntamiento su playa ideal.