Armando Lambruschini, jefe de la Armada argentina durante la dictadura
El pasado domingo, a los 80 a?os, muri¨® en el piso de Buenos Aires donde permanec¨ªa recluido, el ex almirante Armando Lambruschini, miembro de la segunda junta de comandantes en jefe de la sanguinaria dictadura militar que secuestr¨®, tortur¨®, asesin¨® y luego hizo desaparecer los cuerpos de unos 30.000 ciudadanos y devast¨® la econom¨ªa del pa¨ªs entre 1976 y 1983.
Lambruschini fue condenado a ocho a?os de prisi¨®n por la C¨¢mara Federal, el tribunal civil que finalmente juzg¨® a los m¨¢ximos responsables, entre ellos a dos de los miembros de la primera junta militar, el ex general Jorge Videla y el ex almirante Emilio Massera, castigados a su vez con penas de reclusi¨®n perpetua. Todos ellos fueron finalmente liberados por los decretos de indulto que el ex presidente Carlos Menem firm¨® el 28 de diciembre de 1990, D¨ªa de los Santos Inocentes.
Lambruschini, considerado responsable en 35 casos probados de secuestro y 10 de torturas reiteradas, estuvo s¨®lo cinco a?os y cuatro meses privado de su libertad. En 1994 el juez ?scar Garz¨®n Funes le oblig¨®, igual que a Emilio Massera y al Estado, a indemnizar en un mill¨®n de pesos a Daniel Tarnopolsky, cuya familia ¨ªntegra desapareci¨® tras ser secuestrada y trasladada a la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA)
El juez espa?ol Baltasar Garz¨®n pidi¨® a Interpol hace dos a?os la detenci¨®n de Lambruschini y de otros 45 ex altos cargos de la dictadura militar, acusados de "genocidio y terrorismo de Estado".
Un juez federal argentino orden¨® la detenci¨®n preventiva en su casa durante una semana hasta que el Gobierno argentino deneg¨® su extradici¨®n porque pod¨ªa ser acusado y procesado nuevamente en las causas donde se investiga el robo de ni?os nacidos en la maternidad clandestina del campo de concentraci¨®n que funcionaba en la ESMA.
La muerte de Lambruschini ha reavivado la batalla ideol¨®gica que ahora se libra desde los peri¨®dicos. El conservador diario La Naci¨®n, ignor¨® la responsabilidad de Armando Lambruschini en los cr¨ªmenes cometidos y probados por los que fue condenado, y rese?¨® su alegato de seis minutos durante el juicio seguido contra las juntas militares, en el que el ex almirante dijo: "Mi honra queda a salvo antes de este proceso y a salvo quedar¨¢ tambi¨¦n en caso de condena".
El peri¨®dico, tradicional portavoz de la derecha terrateniente a la que tambi¨¦n representaba el entonces ministro de Econom¨ªa, Jos¨¦ Alfredo Mart¨ªnez de Hoz, ¨²nico funcionario civil de la dictadura militar, se ocup¨® tambi¨¦n de recordar en detalle el asesinato de Paula, la hija de Lambruschini, de 15 a?os, en agosto de 1978, como consecuencia de un atentado organizado por miembros de la organizaci¨®n guerrillera Montoneros. Una militante de esa organizaci¨®n coloc¨® una bomba en uno de los dormitorios del piso del Barrio Norte de Buenos Aires donde resid¨ªa la familia. Poco despu¨¦s, el 15 de septiembre de 1978, Lambruschini sucedi¨® en la jefatura de la Marina y como miembro de la dictadura al almirante Emilio Massera, hasta que en 1981 fue reemplazado a su vez por el ex almirante Jorge Anaya.
Un genocida menos es el titular de la cr¨®nica con la que el peri¨®dico P¨¢gina 12, que expresa a la izquierda y a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, rese?a brevemente la trayectoria militar y pol¨ªtica de Lambruschini.-
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