Amor en la asfixia

En la primera p¨¢gina hay una tortuga que excava su nido y con un ojo mira hacia el mar y con otro al chico tumbado en la arena de una playa donde ya no hay pescadores. Unas p¨¢ginas despu¨¦s, una muchacha recupera la historia de una emperatriz china que descubri¨® la maravilla del gusano que teje el hilo de seda. Y est¨¢ el moral donde un padre, el de la chica que recobra a la emperatriz Hsi Ling-Shih, se subi¨® en una ocasi¨®n para esconder una pena y un secreto. Todo esto sucede en Karachi, Pakist¨¢n, y est¨¢s leyendo y todav¨ªa crees que te encaminas por el territorio de una novela que hilvanar¨¢ secuencias de un lugar y unas costumbres que desconoces, cuando al poco, en un avi¨®n procedente de Nueva York viaja un muchacho que quiere ser periodista y que regresa a Karachi, el territorio de su infancia. Un instante de su ni?ez es cuando su padre se tumb¨® sobre la colcha del mar mientras ¨¦l contemplaba el balanceo en el agua de la caperuza p¨²rpura de un caracol. Antes de salir de Nueva York, un amigo le ha dicho: "Volver a casa significa hacer frente al hecho de que has cambiado".

Quien regresa se llama

Daanish,

y la chica cuyo padre se subi¨® al moral tiene el nombre de Dia. En Intrusos, de Uzma Aslam Khan, se cuenta la historia del encuentro de ellos dos. Del encuentro y de ese recorrido amoroso que tiene su brote y su despedida. Y as¨ª, en la representaci¨®n de esa historia m¨ªnima y privada, se revive la historia amplia de una d¨¦cada convulsa en Pakist¨¢n, que va de 1980 a 1990. Por eso hay gusanos de seda y se merienda mientras las olas golpean las rocas en la caleta, pero tambi¨¦n est¨¢n los guardias y el fuego y la muerte violenta y el ruido del percutor de armas que disparan y abren heridas que nunca curan. Tradici¨®n, casamenteras y secretos. Matanza, mentiras y falsas noticias de guerra. Centrada en el amor de estos dos j¨®venes, la escritora paquistan¨ª Uzma Aslam Khan recrea una ¨¦poca concreta y se?ala la asfixia de un territorio sin libertad de expresi¨®n pero tambi¨¦n los perversos m¨¦todos con los que se convive en democracia.

Hay escenas bellas y personajes que sorprenden. Tambi¨¦n historias curiosas y se puede escuchar el mar en algunos pasajes. Hay saltos en el tiempo y culturas que se contraponen. Hay p¨¢ginas que resultan vac¨ªas. Y el lector va y viene, unas veces atrapado por la historia que se cuenta, otras, distra¨ªdo, desinteresado. Ser¨¢ porque quien esto escribe encuentra que la novela de Uzma Aslam Khan es una narraci¨®n con altibajos que depara algunos regalos.