Bush y Kerry
En la que se llama democracia m¨¢s perfecta del mundo el ciudadano tiene que decidir qui¨¦n ser¨¢ su zar durante los pr¨®ximos cuatro a?os, y s¨®lo, dos opciones: Bush o Kerry. Pobre gente. Las grandes maquinarias de los partidos est¨¢n engranadas con las del verdadero poder, militar y econ¨®mico, y segregan a quienes conviene. Como en todas partes. El ciudadano ha llegado a la situaci¨®n antidemocr¨¢tica de tener que elegir el mal menor. Si yo tuviera voto en EE UU -y los colonizados deber¨ªamos tenerlo- naturalmente me abstendr¨ªa, y eso es lo que hace la mitad del censo electoral de ese pa¨ªs: o no creen, o les da igual. No s¨¦ si en este caso me acercar¨ªa a la urna y votar¨ªa contra Bush, como aqu¨ª vot¨¦ contra Aznar, aunque no se presentara: sab¨ªa que estaba detr¨¢s de todo, y encima de Rajoy.
Zafarse de Aznar, de Bush, son asuntos primordiales, con la parte de ¨¦tica que corresponde la est¨¦tica que puede impulsar el voto. Votar en contra es una posici¨®n l¨ªcita, como lo es abstenerse, y si este Gobierno nuestro hace una campa?a a favor del voto en el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n de Europa est¨¢ faltando al respeto a los que no tienen el menor inter¨¦s en esta Constituci¨®n. En cuanto a la creencia en la democracia, tiene varios aspectos. Uno es su progresiva atenuaci¨®n en Occidente mediante el bipartidismo, la simulaci¨®n de izquierda de una parte de la derecha, los reglamentos sobre grupos parlamentarios, los tiempos de los oradores, las potestades del presidente de cada c¨¢mara y la facultad del partido con mayor¨ªa absoluta o coaliciones firmes de imponer su voluntad.
La democracia nunca existe ni ha existido m¨¢s que como algo para realizar variantes dentro de los acontecimientos generales del mundo. S¨®lo se puede medir en m¨¢s o menos, como el fr¨ªo, que no existe, sino que se aprecia en la ausencia mayor o menor de calor. Estos momentos son los de menos calor democr¨¢tico, los de mayor fr¨ªo pol¨ªtico. Zapatero enviando soldados a Afganist¨¢n no es un hombre libre; obedece a la disminuci¨®n de la soberan¨ªa en los pa¨ªses occidentales. Kerry es un hombre de movimientos grotescos, como cuando se lleva la mano a la frente en saludo militar o exhibe su historial guerrero en el Vietnam. Aprovecha el patriotismo forzado por Bush; pero se ve que no es ¨¦l, ni tendr¨¢ al lado a Frankenstein Rumsfeld o al T¨ªo Tom Powell. No es poca cosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.