Sin papeles con trabajo

La secretaria de Estado de Inmigraci¨®n, Consuelo Rum¨ª, ha anunciado diversas medidas tendentes a poner remedio (provisional) a la situaci¨®n creada por la presencia de cientos de miles de trabajadores extranjeros sin papeles. Esa situaci¨®n hab¨ªa sido denunciada por todos los sectores implicados, e instituciones como el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) hab¨ªan sugerido medidas correctoras. Que las soluciones sean imperfectas o susceptibles de crear otros problemas no impide aceptar que la peor de las salidas era la de no hacer nada y dejar que la situaci¨®n siguiera deterior¨¢ndose.

La propuesta consiste en facilitar permisos de residencia a los inmigrantes que acrediten una relaci¨®n laboral "fehaciente". Es un intento de romper el c¨ªrculo vicioso de personas que no tienen papeles por carecer de trabajo legal, y no consiguen un trabajo legal por carecer de papeles. Para ello se pide la colaboraci¨®n de los empleadores: no ser¨¢n multados los que se muestren dispuestos a regularizar la situaci¨®n de los trabajadores irregularmente contratados. La secretaria de Estado ha adelantado los mecanismos para plasmar el proyecto de la mejor manera posible, en colaboraci¨®n con los ayuntamientos y la Seguridad Social, a fin de intentar evitar posibles abusos y fraudes.

Ya se ver¨¢ si esos mecanismos son o no suficientes. De momento, el PP ha criticado la propuesta por considerar que supone una nueva regularizaci¨®n encubierta y generalizada que provocar¨¢ el "efecto llamada"; que favorecer¨¢ la aceptaci¨®n por los irregulares de cualquier contrato, por abusivo que sea; que tal vez la alternativa a la econom¨ªa sumergida que se pretende aflorar sea el paro; que no resuelve el problema de fondo porque cuando finalice el contrato los inmigrantes sin empleo no aceptar¨¢n volver a su pa¨ªs. Seguramente esas dificultades, y otras, son reales. S¨®lo que la apuesta del anterior Gobierno por rehusar cualquier otra v¨ªa de inmigraci¨®n legal que el contrato previo en origen no ha impedido que el n¨²mero de inmigrantes irregulares aumentase hasta cerca del mill¨®n de personas, seg¨²n algunas estimaciones. Es evidente que hab¨ªa que dar una salida legal a tantas personas con vinculaci¨®n laboral pero sin permiso de residencia. Por supuesto que habr¨¢ problemas, sobre algunos de los cuales alertaron ayer los sindicatos. Pero no se resolver¨¢n si, en nombre de lo deseable, se deja de actuar sobre lo real.