El equilibrio y lo inevitable
Francisco Camps fue designado candidato a la presidencia de la Generalitat en julio de 2002 en una tumultosa junta directiva regional del PP valenciano que celebraba euf¨®rica el nombramiento de Eduardo Zaplana como ministro de Trabajo del ¨²ltimo Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. La tutela de Zaplana se prolong¨® en la elaboraci¨®n de las candidaturas a las elecciones auton¨®micas de mayo de 2003 que llevaron a Camps a la presidencia de la Generalitat y pudo apreciarse con claridad en la constituci¨®n de su primer equipo de gobierno. Pero pareci¨® quebrarse de forma definitiva cuando un grupo de fieles a Zaplana iniciaron el pasado mes de abril una campa?a de recogida de firmas para avalar el ascenso de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, a la presidencia regional del partido.
El PP acababa de perder el Gobierno del Estado y aquel episodio desat¨® un grave enfrentamiento en el seno de la organizaci¨®n regional.
El propio Mariano Rajoy, m¨¢ximo responsable del partido, asisti¨® a la junta directiva que aclam¨® a Camps como presidente y situ¨® a Ripoll como secretario general del partido en la Comunidad Valenciana.
La suspensi¨®n de pagos de Terra M¨ªtica, el parque tem¨¢tico de Benidorm que fue una de las apuestas emblem¨¢ticas de Zaplana; la dimisi¨®n de Jos¨¦ Vicente Villaescusa como director general de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana; o la reciente remodelaci¨®n del consejo de administraci¨®n de la Ciudad de la Luz, la empresa p¨²blica que promueve un gran complejo audiovisual en Alicante, que supuso la destituci¨®n de once de sus componentes y desat¨® las iras de Ripoll, son episodios que ilustran el trasfondo econ¨®mico de la batalla por el control del partido.
El plante de una veintena de diputados auton¨®micos al presidente de la Generalitat, hace un mes, disip¨® los rumores sobre posibles cambios en el Consell. S¨®lo ayer, "un a?o y unas cuantas semanas" despu¨¦s de llegar a la presidencia de la Generalitat, Camps anunci¨® la primera remodelaci¨®n de su equipo, una combinaci¨®n de equilibrio y de lo inevitable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
