El arte de escaquearse ya tiene nuevas 'biblias'
Fue Herman Melville quien imagin¨® en el siglo XIX el eslogan de la cruzada de la contemplaci¨®n ("preferir¨ªa no hacerlo") y a su personaje emblem¨¢tico: Bartleby, el escribiente. Desde entonces, su criatura ha hecho escuela y al ocio puro y llano de la ficci¨®n le han crecido justificaciones te¨®ricas de este lado del Atl¨¢ntico.
Mientras Europa debate la ampliaci¨®n de la jornada laboral, las ¨²ltimas embestidas contra la cultura corporativa importada de EE UU (competitividad a tope y autoayuda para triunfar en la oficina) llegan desde Francia y Gran Breta?a, tambi¨¦n con forma de libro: Bonjour, paresse (Buenos d¨ªas, pereza), de Corinne Maier, y How to be idle (C¨®mo ser holgaz¨¢n), de Tom Hodgkinson, se han convertido en nuevas biblias para perezosos, funcionarios desencantados y diletantes. A su modo, ambos cuestionan la idea del trabajo como espacio de realizaci¨®n personal, postulando una "ruptura activa del compromiso" laboral (Maier) o un rastreo de los argumentos hist¨®ricos y filos¨®ficos que han llevado a Occidente a menospreciar el ocio (Hodgkinson).
Aparecido a finales de abril, el libro de Maier (el octavo firmado por esta economista doctorada en psicoan¨¢lisis) ha vendido miles de ejemplares, va por la quinta reimpresi¨®n y es un best seller a punto de ser traducido a diversas lenguas. El ¨¦xito de este ephlet (a medio camino entre el ensayo y el panfleto, seg¨²n la autora) se debe, en parte, a su provocativo subt¨ªtulo: Del arte y la necesidad de hacer lo menos posible en la empresa. Pero otra tajada, no menor, se explica por la reacci¨®n de Electricit¨¦ de France (EDF), empleadora de Maier, que ha interpretado el libro como una falta a su deber de lealtad y amenaza con dejarla en la calle. Escribe Maier: "Como lo que haces no tiene sentido y como puedes ser reemplazado de un d¨ªa para otro por el cretino que se sienta a tu lado, trabaja lo menos posible". EDF alega en su expediente disciplinario que la costumbre de Maier de leer peri¨®dicos en las reuniones de trabajo no es m¨¢s que una aplicaci¨®n pr¨¢ctica de la filosof¨ªa de su libro. Para The New York Times, en cambio, "se ha convertido en una hero¨ªna de la contracultura", en un pa¨ªs sumido en un debate nacional sobre el trabajo y la jornada de 35 horas.
How to be idle no se queda atr¨¢s en provocaciones. Reivindica el tiempo libre como territorio del pensamiento y la libertad. En su lista de holgazanes a imitar incluye a Descartes y a Baudelaire, y recuerda (datos envenenados para un jefe de personal) que el economista J. M. Keynes dec¨ªa que tres horas diarias de trabajo son suficientes y que Bertrand Russell no auspiciaba m¨¢s de cuatro. "Es tan incendiario y subversivo como la Biblia hippy de hace 30 a?os", afirma The Sunday Times, que lo compara con Playpower, de Richard Neville. Esto no ha hecho m¨¢s que empezar, promete Hodgkinson, quien cita a Vila-Matas y su Bartleby y compa?¨ªa como prueba de que ante el v¨¦rtigo existe una amplia hermandad de amantes de la buena lentitud.
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