H¨¦roes, villanos y leyendas de la intensa guerra del 'spam'
El profeta del 'software' libre Richard Stallman defendi¨® en un primer momento la actividad de los 'spammer'
Adem¨¢s de una molestia, el spam es una saga del ciberespacio, con sus batallas, inmortalizadas en el juego Spamwars, y personajes legendarios, como el norteamericano Alan Ralsky, el rey del spam. En 2003, ridiculiz¨® a la comunidad antispam en una entrevista. Como escarmiento, los lectores del weblog Slashdot descubrieron la direcci¨®n del domicilio de Ralsky y le suscribieron a todo tipo de cat¨¢logos, revistas de anuncios y boletines por correo postal. Fue el spammer espameado.
La empresa DEC mand¨® el primer correo masivo no solicitado de la historia de la red en 1978. Era una invitaci¨®n a los usuarios de Arpanet para asistir a la presentaci¨®n de la nueva DEC-20. El caso fue muy comentado. El despu¨¦s padre del software libre, Richard Stallman, defend¨ªa la libertad del "spammer". Las cr¨®nicas dicen que DEC fue "castigada por romper la pol¨ªtica de uso apropiado de Arpanet", pero no especifican cu¨¢l fue el castigo.
El correo basura se convirti¨® pronto en un problema. En abril de 2001, la Internet Engineering Task Force publicaba el documento: How to Advertise Responsibly Using E-Mail and Newsgroups or - how NOT to $$$$$ MAKE ENEMIES FAST! $$$$$ , imitando el t¨ªtulo de un correo basura muy popular. Mientras, en los grupos de noticias internacionales, un spammer acusaba a los grupos contrarios de estar aliados con los fabricantes de papel, lo que origin¨® el mito y broma de "El c¨¢rtel de los le?adores", que los antispam usaron desde entonces para referirse a s¨ª mismos.
Algunos spammers no han dudado en llevar a juicio a sus v¨ªctimas: en 2002, en Gran Breta?a, una empresa denunciaba a un hombre porque se hab¨ªa quejado a una lista negra que incluy¨® a la compa?¨ªa como spammer. Un a?o despu¨¦s, una coalici¨®n de empresas de correo basura pon¨ªa una denuncia contra las listas negras m¨¢s populares, como Spamhaus o SPEWS. Otro curioso juicio tuvo lugar en 2003, en California: una compa?¨ªa denunci¨® a un hombre que amenaz¨® con torturar y mandar ¨¢ntrax a sus empleados, por enviarle repetidamente un anuncio de alargamiento de pene.
Otros se lo toman a broma, como el neoyorquino que cont¨® en su weblog, d¨ªa a d¨ªa, su experiencia con las pastillas para agrandar el pene que se anuncian por correo basura. Pero el mito por excelencia del spam es el fraude del diplom¨¢tico nigeriano, con 20 a?os de vida y muy bien adaptado a Internet.
En 2003, un jubilado de Praga envi¨® todo su dinero al falso diplom¨¢tico. Cuando se vio enga?ado, fue a denunciarlo a la embajada nigeriana, que asegur¨® no poder hacer nada. Entonces, mat¨® al c¨®nsul.
En 2000 y 2001, la revista Satirwire mont¨® dos exitosos concursos de poes¨ªa, escrita s¨®lo con palabras sacadas del correo basura. Entre las ganadoras, Enlarge your Boss (agranda a tu jefe) o I Answered All My Spam (Yo respond¨ª a todo el correo basura). El hombre orquesta Brad Sucks tambi¨¦n se ha inspirado en la basura para hacer un disco, con canciones como I Got Your Letter o Urgent Business Relationship. Recientemente, Ytcracker triunfa en la red con una canci¨®n rap dedicada al correo basura, donde repite I'm the number one spammer.
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