Palestina: un nuevo relato
Si existieran los milagros, tienen que parecerse a lo que ocurre con la West-Eastern-Divan, la orquesta que dirige Daniel Barenboim, compuesta de j¨®venes israel¨ªes, ¨¢rabes y espa?oles. La iniciativa surge de la amistad de dos hombres y de la preocupaci¨®n compartida por el destino de sus pueblos, que parecen condenados a vivir en el enfrentamiento permanente: Daniel Barenboim y Edward Said, israel¨ª y palestino respectivamente.
Tal vez el lenguaje universal de la m¨²sica los coloc¨® en la senda de la amistad, pero el prop¨®sito de la orquesta emergi¨® como un impulso hacia la paz. Edward Said muri¨® en septiembre del pasado a?o, justo despu¨¦s de asistir al taller y al concierto celebrado en Sevilla y de acordar con Daniel Barenboim y Manuel Chaves dar forma fundacional a la experiencia que rodaba ya en a?os anteriores.
Montada sobre la Fundaci¨®n Tres Culturas, copatrocinada por el Reino de Marruecos y la Junta de Andaluc¨ªa, la nueva fundaci¨®n, que lleva el nombre de Said y Barenboim, contiene proyectos musicales y de cooperaci¨®n destinados a j¨®venes andaluces, ¨¢rabes e israel¨ªes.
Durante tres semanas del mes de julio, casi un centenar de estos chicos y chicas conviven y trabajan juntos, bajo la direcci¨®n del maestro Barenboim, en un antiguo seminario de la localidad de Pilas (Sevilla). Convivencia intensa, por el trabajo musical, por los debates entre ellos y por la propia experiencia de estar juntos, d¨ªa y noche, en un ambiente que contrasta de forma inusitada con la experiencia vital en Israel y Palestina.
Al hilo de estos trabajos de taller musical particip¨¦, junto a Daniel Barenboim, en una conversaci¨®n sobre la situaci¨®n en el Pr¨®ximo Oriente, con varios israel¨ªes y palestinos, a la que se incorporaron los j¨®venes en algunos momentos. Seres humanos valiosos y valientes que creen posible la convivencia en paz en el reducido espacio p¨²blico que les ha tocado compartir, en contra de la evidencia de terror y represalias que crean m¨¢s terror cada d¨ªa, durante tantos a?os.
Todos son cr¨ªticos con los comportamientos de los respectivos responsables de sus comunidades, sean palestinos o israel¨ªes. Todos creen que, como dir¨ªa Garc¨ªa M¨¢rquez, es posible un nuevo relato que cambie el destino torturado de esos pueblos. Un nuevo relato no pretende ser una invenci¨®n, sino una vuelta al origen, con una renuncia decidida a la violencia, desde el respeto a los derechos de ambos pueblos y con la consciencia de que la paz exige acuerdos que supongan concesiones de parte y parte.
Decidimos reiniciar este camino, tras varias sesiones de reflexi¨®n en los veranos precedentes. Decidimos conectar con autoridades de la Uni¨®n Europea, responsables de los Estados, de la Comisi¨®n y del Consejo, adem¨¢s de dirigentes parlamentarios europeos, para que escuchen y operen sobre un planteamiento alternativo, desde su ra¨ªz, desde su origen.
Ellos no lo van a decir, pero yo me siento con la libertad de expresar el sentimiento dominante: con los dirigentes actuales y las empecinadas pol¨ªticas que encarnan, no hay esperanza de paz. Ni el terror, ni los muros, ni los ataques suicidas, ni los asesinatos selectivos, representan a las mayor¨ªas sociales de este peque?o espacio que comparten palestinos e israel¨ªes.
Pero estos dirigentes, de parte y parte, siguen siendo los ¨²nicos interlocutores de Europa y del conjunto de la Comunidad Internacional. Por mucho que se constate que no hay correspondencia entre el esfuerzo de ayuda y el empleo de esta ayuda, como ocurre en relaci¨®n con los responsables palestinos. Por mucho que se constate que las autoridades actuales de Israel menosprecian y condicionan las iniciativas europeas, a pesar de los acuerdos y de la interdependencia comercial y econ¨®mica.
Vamos a empezar en este mes de septiembre presentando ese nuevo relato a la opini¨®n p¨²blica internacional, a trav¨¦s de los medios que est¨¦n dispuestos a darlo a conocer. Vamos a solicitar apoyos para nuevas pol¨ªticas que encarnar¨¢n nuevos responsables, a los dirigentes europeos que crean que otro destino es posible para Oriente Pr¨®ximo y que piensen, como los reunidos, que sin respuesta al problema Israel-Palestina, como epicentro de todo el terremoto regional de Medio Oriente, no hay esperanza para la paz.
En el encuentro de dos d¨ªas participaron Mustafa Barghouti, Yaron Ezrahi, Rashid Khalidi, Raja Shehadeh, Avi Shlaim, Wadie Said, junto con Mariam Said (viuda de Edward Said), Daniel Barenboim y yo mismo.
De la declaraci¨®n que presentamos a la prensa al terminar el Concierto en Sevilla se destaca un primer llamamiento a los Gobiernos alem¨¢n y espa?ol, pidiendo ayuda para salir del bloqueo pol¨ªtico en que se ven atrapados ambos pueblos, en un infierno de destrucci¨®n mutua y autodestrucci¨®n. Israel¨ªes y palestinos no pueden resolver el conflicto por s¨ª solos.
Contin¨²a recordando el compromiso de Europa con este problema... por responsabilidad moral e intereses vitales estrat¨¦gicos... Ya se est¨¢ viendo profundamente afectada por este conflicto, que ha generado olas de racismo antisemita y antimusulm¨¢n en muchos pa¨ªses europeos...
Por tanto, urgimos a Europa a que utilice los considerables recursos de que dispone para actuar de manera determinada y de forma inmediata en la aplicaci¨®n de los principios universales de justicia que emanan de la tradici¨®n jud¨ªa, cristiana y musulmana.
Arar sobre el mismo surco lo ahonda sin abrir el espacio. Necesitamos otros surcos, por eso proponemos un nuevo relato para renovar la esperanza.
Felipe Gonz¨¢lez es ex presidente del Gobierno espa?ol.
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