La elecci¨®n en Sarre se presenta como una nueva amenaza para Schr?der
Los sondeos pronostican una derrota socialdem¨®crata en el 'land'
Los comicios que hoy se celebran para el Parlamento del Estado federado del Sarre amenazan con un nuevo desastre para el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, y su partido socialdem¨®crata (SPD). Las encuestas apuntan a que el SPD puede caer hasta un 30%, el peor resultado en Sarre desde hace m¨¢s de 40 a?os. Seg¨²n los sondeos, la democracia cristiana conservar¨¢ su mayor¨ªa absoluta y puede superar el 50% de votos.
Sarre es un miniestado, del oeste de Alemania, con una superficie equivalente a la mitad de La Rioja y poco m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, que no tiene un gran peso en Alemania, pero le ha correspondido ser la primera estaci¨®n del calvario que le espera a Schr?der y el SPD en lo que puede convertirse en un septiembre negro electoral. Sarre es s¨®lo el entrem¨¦s que contin¨²a a mediados de mes con las elecciones en dos Estados del Este, Sajonia y Brandeburgo, y concluir¨¢ el 26 de septiembre con el plato fuerte de unas municipales en Renania del Norte-Westfalia, un Estado con 18 millones de habitantes y feudo tradicional de la socialdemocracia. Un nuevo desastre en Renania del Norte-Westfalia podr¨ªa dejar a Schr?der al borde del fuera de combate.
La elecci¨®n de hoy, a la que est¨¢n convocados algo m¨¢s de 800.000 votantes de Sarre, presenta unas caracter¨ªsticas especiales que permiten a Schr?der y la direcci¨®n del SPD buscar una justificaci¨®n al fracaso anunciado por los or¨¢culos demosc¨®picos y echar la culpa a Oskar Lafontaine, el ex presidente del SPD y ex superministro de Hacienda de Schr?der devenido en su mayor enemigo. Sarre es el feudo de Lafontaine conocido por el mote de Napole¨®n del Sarre. All¨ª se ha construido el izquierdista Lafontaine una suntuosa mansi¨®n merced a los suculentos beneficios de sus actuaciones en televisi¨®n, sus libros y su jubilaci¨®n como pol¨ªtico.
Rencillas internas
El candidato del SPD en Sarre, el abogado de 37 a?os Heiko Maas, era hasta hace pocos d¨ªas seguidor de Lafontaine y opositor en las filas del SPD a los recortes sociales de Schr?der. Por eso Maas no quiso que Schr?der apareciese en la campa?a electoral en Sarre y se mostraba pr¨®ximo a Lafontaine en un intento de distanciarse del Gobierno federal. Los ataques de Lafontaine contra Schr?der y su coqueteo con los manifestantes de los lunes contra la pol¨ªtica social del Gobierno federal y con los iniciadores de un partido a la izquierda del SPD han obligado a Maas a tomar distancia de Lafontaine, al que no invit¨® al mitin final de la campa?a electoral.
El nivel del enfrentamiento de Lafontaine con su partido se advierte en los calificativos que le dedican algunos de sus compa?eros. Un dirigente del ala conservadora del SPD le llam¨® "cerdo" y el ex ministro de Hacienda y Defensa Hans Apel dijo que es "un golfo".
Todas estas disputas, y sin duda el deseo del electorado de castigar al SPD por los recortes sociales, permiten al abogado democristiano de 48 a?os Peter M¨¹ller (CDU), sentarse tranquilo a esperar que esta tarde las urnas le confirmen al frente del Gobierno para otros cinco a?os. En la elecci¨®n de 1999 la CDU consigui¨® con un 45,5% una victoria m¨ªnima sobre el SPD que entonces lleg¨® a un 44,4%. M¨¹ller ha conseguido en estos cinco a?os un alto prestigio personal y abrirse paso en la pol¨ªtica de Berl¨ªn como un s¨®lido apoyo de la presidenta democristiana Angela Merkel. Adem¨¢s, Sarre ha logrado una reconversi¨®n industrial sin grandes traumas, a pesar de que haber tenido que cerrar casi toda la miner¨ªa de la hulla.
En 1999 s¨®lo los dos grandes partidos, CDU y SPD, superaron el 5% que permite obtener esca?os en el Landtag. Esta vez tambi¨¦n lo van a conseguir Los Verdes y tal vez los liberales (FDP).
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