El honor de Aznar

Aznar vuelve a trabajar con su partido como presidente de honor. Palabra dudosa. No digo el que podr¨ªa perder al regresar a la pol¨ªtica despu¨¦s de un a?o jurando que no lo har¨ªa, ni al que algunos podr¨ªan creer que se ha dejado en la trifulca del atentado, sino a lo dif¨ªcil que es definir un cargo "de honor". Puede ser "obsequio, agasajo" o "concesi¨®n que se hace en favor de alguien para que use el t¨ªtulo y preeminencias de un cargo o empleo como si realmente lo tuviera, aunque le falte el ejercicio y no goce gajes algunos". Esto es lo misterioso, y lo que parece enlazar con la entrevista con Zapatero, de la que sali¨® Rajoy como en los peores tiempos de la agresividad, y se rehizo la comisi¨®n de investigaci¨®n, a la que se hab¨ªa dado carpetazo, y las nuevas comparecencias. Una ha de ser la de Aznar, deshaciendo as¨ª el pacto; puede maniobrar victorioso a presidir el Congreso de su partido. ?De honor? No enteramente: con ejercicio pleno, no s¨¦ si con gajes porque se a?ade que "entra en la ejecutiva". En lo alto, entre el dormil¨®n Fraga, presidente fundador, y el horrorizado, asustadizo, insulso Rajoy, ejecutivo, Aznar volver¨¢ a dirigir su partido, si es que no lo ha estado haciendo. ?sta es la m¨¢s importante noticia interior de ayer: el PP quiere ser lo que era. Ni Gallard¨®n ni nada. Ni centrismo ni derecha civilizada: volver a ser, dominar, mandar. Y si adem¨¢s sigue Bush...

No s¨¦ si con ¨¦ste "volver¨¦ a reinar en Espa?a", que dijo Carlos VII, y no rein¨®, con aquel "volver¨¦" del general McArthur cuando le destituyeron de Asia, Aznar entra en la ansiedad psicol¨®gica del que echan de mala manera, y a ¨¦l le pas¨® aunque dijera que no hab¨ªa perdido porque no se hab¨ªa presentado: as¨ª habla el presidente de honor. Yo creo que est¨¢ bastante desprestigiado ante los suyos, y que los otros est¨¢n creciendo en n¨²mero -vieron las cosas los indecisos o los ab¨²licos, y se decidieron contra ¨¦l-, y aunque la vida hist¨®rica depende de acontecimientos entretejidos, y el azar puede ir m¨¢s all¨¢ de la concatenaci¨®n y de la evoluci¨®n, o de la predeterminaci¨®n y el devenir, lo que se ve hoy es que dentro de cuatro a?os el candidato Rajoy, si subsiste entonces, bajo el honor de Aznar, puede perder para siempre. Me gusta pensar que lo veremos d¨ªa a d¨ªa.