La situaci¨®n en Irak no hace mella en la popularidad de Bush
El presidente aumenta su ventaja sobre el candidato dem¨®crata en cuestiones de seguridad
?Todo lo que George W. Bush ten¨ªa que pagar, electoralmente hablando, por la guerra de Irak lo ha pagado ya? Eso es lo que sugiere la reacci¨®n de buena parte del electorado, porque en los sondeos, hasta ahora, el presidente no sufre grandes da?os ni por la ausencia de armas de destrucci¨®n masiva, ni por las torturas de Abu Ghraib, ni por los problemas del Ej¨¦rcito en el tri¨¢ngulo sun¨ª, ni por haberse superado la barrera de los mil soldados muertos. Si esta impresi¨®n -sostenida por distintas encuestas- no cambia en las pr¨®ximas siete semanas, la complicaci¨®n ser¨ªa evidente para su rival, John Kerry.
El dem¨®crata Kerry que no acaba de encontrar el mensaje adecuado para recuperar el liderazgo en las preferencias del electorado. Aunque el eje del relanzamiento de la campa?a de Kerry -tras los consejos de Bill Clinton y otros asesores- pasa por los asuntos relacionados con la econom¨ªa, el empleo y la salud, muchos de los militantes que van a sus m¨ªtines quieren que hable de Irak, porque la base dem¨®crata es inequ¨ªvocamente antiguerra. El candidato les atiende y critica todos los errores del Gobierno en Irak, "una guerra equivocada, en el peor lugar y en peor momento", como dijo en Pensilvania el lunes. Pero el hecho de haber mantenido posiciones diferentes y en ocasiones contradictorias no le favorece, y adem¨¢s, hay opiniones relativamente asentadas en la sociedad que tampoco le ayudan.
En un sondeo de The Washington Post y la cadena ABC publicado ayer, el 53% de los votantes dicen que Bush es m¨¢s adecuado para manejar la situaci¨®n en Irak que Kerry, que s¨®lo obtiene un 37% de respaldo en este cap¨ªtulo. Hace dos meses, ambos estaban pr¨¢cticamente empatados.
En el seguimiento realizado por Gallup de la respuesta de los norteamericanos a la pregunta de si mereci¨® la pena ir a la guerra, se observa que la mayor¨ªa pensaba en mayo que no -despu¨¦s del esc¨¢ndalo de las torturas en Abu Ghraib y de los ¨¦xitos de la insurgencia en Faluya-, pero que esa opini¨®n ha ido cambiando durante el verano y ahora casi el 50% vuelve a creer que s¨ª mereci¨® la pena. Gallup muestra que hay un 16% "muy satisfecho" con los resultados de la guerra contra el terrorismo, y un 43% "bastante satisfecho". Y un 52%, seg¨²n un sondeo distinto -de la CBS- cree que la pol¨ªtica del Gobierno ha hecho m¨¢s seguro al pa¨ªs.
Bush mantiene por ahora un escudo protector porque ha rentabilizado algunos hechos -la resoluci¨®n de Naciones Unidas, la transferencia de poderes al Gobierno provisional iraqu¨ª-, y porque la Casa Blanca ha vinculado con habilidad Irak y la guerra contra el terrorismo: aunque el argumento de que los soldados luchan y mueren en Bagdad y Nayaf para que los terroristas no vuelvan a atacar en el territorio de Estados Unidos es insostenible, fue una de las frases m¨¢s aplaudidas en la Convenci¨®n de Nueva York.
Consecuencias
Adem¨¢s, y como escribe Tina Brown en The Washington Post, si las malas noticias son viejas, pierden eficacia: "De la misma forma que nadie puede distinguir el olor de una cebolla cuando ha estado rodeado de cebollas, la gente deja de darse cuenta de las consecuencias de las malas decisiones con tal de que esas consecuencias no empeoren radicalmente".
M¨¢s de mil soldados muertos son muchos muertos, pero el 58% de los norteamericanos, seg¨²n Gallup, cree que no es motivo para cambiar de pol¨ªtica sobre Irak. El hecho de que el electorado no aprecie que Kerry tenga una pol¨ªtica alternativa tampoco le ayuda. Para que Irak fuera realmente un desastre para Bush, cree Marco Vicenzino, del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos en Washington, "deber¨ªa haber una guerra civil, una libanizaci¨®n de Irak, pero no s¨¦ si en siete semanas va a pasar, y no s¨¦ si ser¨ªa notado por los electores".
Por lo dem¨¢s, y en la campa?a electoral, una de las pol¨¦micas de ayer se refiri¨® a la autenticidad de los papeles en los que supuestamente se confirmaba el trato de favor que Bush recibi¨® en su servicio militar y las presiones recibidas por su inmediato superior. El hijo del fallecido teniente coronel Killian dijo que dudaba mucho de que su padre hubiera escrito los documentos que la CBS present¨® para demostrar los favores. Y varios expertos aseguraron que los informes no estaban hechos con una m¨¢quina de escribir de 1973, sino con un procesador de textos actual. La CBS mantiene que son aut¨¦nticos, pero abri¨® ayer una investigaci¨®n para confirmarlo. La Casa Blanca, que se quej¨® de una "campa?a orquestada", dijo que espera que se aclare el asunto y que no va a investigar nada por su cuenta.
Los problemas de Kerry
Hace algo m¨¢s de un mes, el dem¨®crata crey¨® haber encontrado la onda de la victoria: un partido unido, un compa?ero de ticket, John Edwards, con gancho, y un mensaje de h¨¦roe de guerra -respaldado por su historial en Vietnam- ajustado a las amenazas del momento. Los sondeos pon¨ªan a Kerry tres o cuatro puntos por delante de Bush. Hoy, aquellos presupuestos est¨¢n desdibujados y las encuestas son malas. Casi nada en la vida es definitivo, pero el margen de maniobra para el candidato dem¨®crata es cada vez m¨¢s peque?o y se lo va a tener que jugar todo a una carta: el primer debate electoral con Bush.
?Qu¨¦ ha salido mal?
A Kerry le ha salido mal que la convenci¨®n republicana sali¨® bien, con el agravante de que se celebr¨® un mes despu¨¦s, y que ¨¦l acababa de sufrir una injusta pero eficaz campa?a a cargo de los Veteranos por la Verdad sobre la veracidad de sus acciones en Vietnam. En un paisaje electoral tan partidista como ¨¦ste, en el que la publicidad negativa sobre el adversario cuenta, porque da ¨¢nimos a las bases, el da?o qued¨® hecho. La convenci¨®n dem¨®crata no habl¨® casi de Irak ni de la econom¨ªa, la educaci¨®n o la salud. Ahora s¨ª est¨¢ todo en los m¨ªtines, pero hay abundancia de mensajes y escasez de un mensaje.
Kerry se autolesion¨®, adem¨¢s, al decir el 9 de agosto que, sabiendo lo que se sabe ahora, ¨¦l tambi¨¦n habr¨ªa dado la orden de ataque en Irak. Teniendo en cuenta esta declaraci¨®n y las votaciones a favor de la guerra, en oto?o de 2002, pero en contra del presupuesto para el despliegue militar, hace un a?o, ?le va a dar ahora buen resultado resaltar la cantidad de cosas que Bush ha hecho mal en la guerra y la posguerra? Hay que esperar unos d¨ªas para saberlo, pero Kerry puede verse encerrado en una trampa: el senador gan¨® las primarias dem¨®cratas, recuerda Marco Vicenzino, director del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos, "porque Howard Dean se autodestruy¨®, pero las ideas que dieron vida al partido hace un a?o eran de Dean: ¨¦l y su mensaje antiguerra motivaron a los dem¨®cratas. Ahora, el mensaje puede volver a ser el de Dean, pero el mensajero es Kerry. Y si alguien no tiene un mensaje aut¨¦ntico, si da la impresi¨®n de que no cree realmente en lo que est¨¢ diciendo y la gente corriente no puede identificar un rostro con un mensaje, eso se paga en los resultados. Me parece que es imposible ganar s¨®lo con un mensaje antiBush y presentarse como un h¨¦roe de guerra, y creo que ¨¦se fue el error de planteamiento de la convenci¨®n dem¨®crata".
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