Da?os en la residencia del embajador de Espa?a
La residencia del embajador de Espa?a en Bagdad, Marcos Vega (encargado de negocios en funciones de jefe de misi¨®n), result¨® ayer da?ada por la onda expansiva de un coche bomba que estall¨® a tres manzanas de distancia. El objetivo del conductor suicida era un convoy estadounidense que circulaba por la calle principal, cerca del Club de Campo, en el barrio de Al Mansur. Cuatro soldados de EE UU resultaron muertos, seg¨²n la BBC.
"La explosi¨®n fue impresionante. Nos hemos llevado un susto, pero estamos todos bien. Se han roto algunos cristales y varias puertas est¨¢n desencajadas. Tambi¨¦n hay restos de metralla y de un coche en el jard¨ªn y la piscina. La onda expansiva ha sido muy fuerte. El atentado ha ocurrido a unos 50 metros de nosotros", asegur¨® Vega a EL PA?S.
La Embajada, pr¨®xima a la residencia, no sufri¨® da?o alguno, pero se vio sacudida por la explosi¨®n. En esa zona de la capital de Irak se concentran la gran mayor¨ªa de las representaciones extranjeras (menos las de EE UU y Reino Unido, que est¨¢n en la zona verde, mejor protegida). Espa?a, igual que Alemania, traslad¨® hace unos meses su legaci¨®n a una calle interior m¨¢s protegida. Los muros exteriores de la anterior daban a una concurrida avenida y la distancia entre esa tapia y la casa era de seis metros (lo m¨ªnimo deben ser 25, seg¨²n los expertos en seguridad). Ese barrio diplom¨¢tico no es el de un pa¨ªs en paz: tr¨¢fico cortado, calles salpicadas de decenas de barreras que obligan a circular muy despacio y en zigzag, pivotes en el asfalto para hacer saltar los coches y advertir de la presencia de una bomba adosada... Las casas, la mayor¨ªa elegantes, est¨¢n rodeadas de muros de hormig¨®n, sacos terreros y alambres de espino. Se suceden los puestos de control, las barreras protegidas por guardas iraqu¨ªes y las obras para elevar los muros o levantar otros. Cada embajada y residencia cuenta con polic¨ªas propios.
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