Hait¨ª sepulta a cientos de muertos ante el peligro de epidemias
Miles de personas deambulan tratando de obtener la escasa ayuda humanitaria
M¨¢s de 1.700 personas murieron o desaparecieron durante las inundaciones del norte de Hait¨ª, en cuyos maltrechos aeropuertos o pistas rurales aterrizan aviones y helic¨®pteros con agua potable, comida, mantas, medicinas y zapadores. La tralla colonial, el primitivismo pol¨ªtico y la climatolog¨ªa arruinan desde hace siglos a la primera rep¨²blica negra de Am¨¦rica, que ayer sepultaba en fosas comunes a cientos de v¨ªctimas de la tormenta tropical Jeanne.
"?Que Dios nos proteja!", exclam¨® el primer ministro, G¨¦rard Latortue. A la espera de que as¨ª sea, la ayuda internacional socorra a decenas de miles sin techo, alimentos, ni abrigo.
"Si una desgracia de este tipo vuelve a sucedernos, no s¨¦ que es lo que va a pasar", agreg¨® Latortue, quien dio por muertas a 711 personas, y otras 250.000 sin hogar, la mayor¨ªa en Gonaives, ciudad donde, el a?o 1804, se firm¨® el acta de independencia de Francia. "Hay un riesgo de epidemia a causa de los cad¨¢veres en descomposici¨®n. No hay electricidad, las morgues no funcionan, hay agua en todas partes. Es el mayor drama al que se expone actualmente", advirti¨® en declaraciones a Radio France Info. Medio millar de casas de una ciudad chata y fr¨¢gil, con el 80% de sus edificaciones casi sumergidas, se desplom¨®; muchas m¨¢s viviendas son inhabitables.
El reflujo de los r¨ªos desbordados, con crecidas de hasta cuatro metros, descubri¨® ayer nuevos cad¨¢veres y desolaci¨®n, mientras las brigadas de rescate pugnaban para alcanzar las ¨¢reas devastadas por la avalanchas de agua y lodo. "Hemos lanzado un llamamiento de ayuda internacional. Hait¨ª no puede salir de un desastre de este tipo solo", reconoci¨® Latortue, nacido en Gonaives. Numerosos gobiernos, entre ellos el espa?ol, Naciones Unidas, la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS) y organizaciones no gubernamentales respondieron con ayuda, asesoramiento y colectas.
Las desgracias se suceden en la naci¨®n m¨¢s pobre del hemisferio. Tres meses despu¨¦s del cruento derrocamiento de Jean Bertrand Aristide, el pasado mes de febrero, lluvias torrenciales causaron 1.200 muertos. Los primeros veh¨ªculos con tiendas de campa?a, toldos, y purificadoras se aventuraron por la precaria carretera que conduce a Gonaives.
Nueve camiones de Oxfam Internacional (Interm¨®n Oxfam en Espa?a), abastecer¨¢n con 35.000 litros de agua a un m¨ªnimo de 20.000 personas durante los pr¨®ximos siete d¨ªas. Cada uno distribuir¨¢ 200 bidones de 19 litros de agua. El coste de la operaci¨®n, en la que participa Acci¨®n Contra el Hambre, es de 75.000 euros. La observaci¨®n a¨¦rea divis¨® decenas de cuerpos en las costas de la isla Tortuga, de 180 kil¨®metros cuadrados y 26.000 habitantes, incomunicada. Su supuesta desaparici¨®n del mapa durante las inundaciones fue tan fabulosa como las novelas sobre los tesoros de piratas y bucaneros en sus grutas. "Hay muchos da?os y cuerpos de personas y animales en la isla", inform¨® Rony Petit-Frere, alcalde de Gonaives.
Riadas de refugiados
Las im¨¢genes del norte nacional servidas por camar¨®grafos a bordo de helic¨®pteros muestran a miles en peregrinaciones de incierto destino, a la intemperie, con el barro hasta las rodillas, acarreando pertenencias o abandonando las elevaciones donde salvaron la vida. Sus testimonios reflejan la magnitud del nuevo drama de este pa¨ªs de 7.656.000 millones de habitantes, el 80% en la pobreza o en la miseria. Luc Saint-Fleur, funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores, perdi¨® a cinco familiares. "La poblaci¨®n no puede esperar m¨¢s", imploraba desde una emisora de radio.
Deber¨¢ esperar porque los problemas de comunicaci¨®n y coordinaci¨®n entre las poblaciones anegadas y los equipos de auxilio son todav¨ªa graves, seg¨²n el portavoz de Protecci¨®n Civil de Hait¨ª, Dieufort Desloges. "Los camiones de suministro llegan con cuentagotas".
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