Una soluci¨®n para los docentes
El 80% de la educaci¨®n francesa corre a cargo del Estado. La burgues¨ªa ilustrada del siglo XIX decidi¨® que la ense?anza deb¨ªa ser la columna vertebral de la formaci¨®n de la ciudadan¨ªa republicana y ese esp¨ªritu se ha mantenido con mucha firmeza, combinado con un sistema pol¨ªtico centralista, que sigue depositando en el Estado casi todas las decisiones sobre el sistema educativo del pa¨ªs y el pago del profesorado.
Las religiones se practican libremente, al amparo de los derechos reconocidos por la Rep¨²blica laica. Pero est¨¢n prohibidas en la escuela: la ense?anza primaria y secundaria -es decir, la educaci¨®n obligatoria- deben permanecer libres de influencias religiosas, seg¨²n un principio compartido tanto por la izquierda como por la derecha.
G. R., profesora de lengua extranjera en el Instituto Henri Bergson (del distrito 19 de Par¨ªs), donde conviven un tercio de musulmanes y casi un tercio de jud¨ªos, cree que el laicismo es una gran soluci¨®n para Francia "porque tenemos poblaciones de or¨ªgenes muy diversos. La convivencia pac¨ªfica ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil si la escuela no fuera un espacio neutral". En el d¨ªa a d¨ªa, hay otros signos de incivilidad -agresiones entre alumnos, insultos a los profesores- m¨¢s inquietantes que los incidentes por el velo. "Resulta bastante m¨¢s dif¨ªcil hacer que los chicos se quiten esas gorras de estilo rapero que se calan hasta las orejas", explicaba a este peri¨®dico J. M., profesor de un colegio del suburbio parisiense de Pantin -donde la mitad de los alumnos son musulmanes-, el d¨ªa de la vuelta de las clases.
Madres con velo
La ley no proh¨ªbe llevar el velo en p¨²blico, aunque se duda de si es aceptable que las madres con velo entren en los colegios para llevar a los hijos o recogerlos a la salida, o si pueden participar en el acompa?amiento de excursiones o actividades extraescolares. Formalmente, la prohibici¨®n legal s¨®lo afecta a los recintos de las escuelas primarias y secundarias de la red p¨²blica.
La explicaci¨®n "racional" de tal medida es que los adolescentes deben crecer y ser educados en un ambiente completamente exento de influencias religiosas, a fin de preservar su libertad de elecci¨®n cuando ya tengan conocimientos y edad suficiente para discernir. Por eso no se proh¨ªben los signos religiosos en las universidades y dem¨¢s centros de educaci¨®n superior: se supone que los que lo hacen, a partir de los 18 a?os, ya tienen una personalidad lo suficientemente formada como para que el porte de signos religiosos sea producto de una elecci¨®n personal y no de presiones externas.
Hasta el a?o pasado no exist¨ªa una ley que impidiera radicalmente tales prendas, solamente el principio general de neutralidad religiosa de los centros p¨²blicos. En funci¨®n de ello, algunos reglamentos prohib¨ªan toda prenda que cubriera la cabeza y en otros la norma era lo suficientemente ambigua como para tolerar las bandanas (pa?uelo m¨¢s peque?o, que deja al descubierto las orejas). Este curso, tampoco se permite la bandana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.